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Hoy en el trabajo, mientras hacía mi faena, he escuchado una noticia que pone los pelos de punta. En una máquina tragaperras, en EEUU, alguien ha sacado un premio de, agarraos, 1.600.000 dólares, que si, que habeis leido bien, más de 250.000.000 de las antigüas pesetas, que locura. Y yo pienso, ¿cuantos millones le han tenido que meter a esa máquina para que dé tal premio?, ¿qué cantidad de gente se habrá gastado el sueldo suyo, el de su pareja, el de su familia para nada?. Con todo lo que estoy preparando (DOSSIER), eso al menos es lo que estoy intentando evitar, que las máquinas y otros tipos de juego no sean tan llamativos, porque soy consciente que eliminarlas en este país es prácticamente imposible, pero con una buena regulación seguro que a mucha, que digo a muchísima gente, deja de llarles tanto la atención, quuizas de esa forma logremos bajar ese espantoso 3´5 % de la población que son jugadores. Un hasta pronto.
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