Jordi, ésta es un comentario de un diario mexicano sobre los casinos. Hay muchísima información al respecto, incluso conseguí un estudio muy serio sobre el tema de los casinos en México, cuyo funcionamiento no está autorizado. Espero que sigas reuniendo información. Un saludo muy cordial a ti y a Vane.
La Nación / Opinión Información: NO a los casinos Salvador I. Reding Vidaña La decisión legislativa para aprobar la instalación de casinos en México sigue en el aire. Existe mucha oposición razonada para negar a los casinos su autorización, y también mucha presión de enormes intereses voraces para que sí se instalen, incluyendo cabildeos muy activos (¿habrá también “derramas” generosas para obtener apoyo al juego?).
Muy importante en la indecisión actual a nivel legislativo es la explicable confusión y la poca información que padecen tanto legisladores como sus asesores.
Entre todas las partes interesadas en el tema, se había convenido que se hicieran estudios ex profeso a cargo de la UNAM, pero recientemente voceros del Congreso dijeron que eran muy costosos y no había recursos.
La verdad, existe una cantidad abrumadora de información sobre casinos, sus peligros y daños reales disponible en Internet, ¡gratis! para quien desee consultarla. Hay ya muchos estudios, sobre todo estadounidenses, acerca de las desventajas sociales, económicas y fiscales de su operación como para desdeñarlos.
Los cabilderos pro casinos en México desprecian los informes, estudios y declaraciones contra este tipo de juegos de azar, y además evaden dirimirlos con los opositores.
En mesas de discusión televisadas, los defensores de la sociedad contra los casinos exponen razones y testimonios, mientras que los activistas pro casinos se dedican a repetir las supuestas bondades en empleos y flujos de turistas y sus dineros.
Hasta ahora, quienes promueven el sí a los casinos continúan estimando los supuestos beneficios sin presentar estudio alguno que respalde sus fabulosas ventajas. Al mismo tiempo, se burlan de los datos utilizados por los anti-casinos, llegando al absurdo de un irresponsable que dijo -en televisión- que “debemos dejarnos de moralinas”.
Con su mismo (des)criterio, deberíamos dejarnos de “moralinas” frente al narcotráfico, la pornografía infantil y cualquier otro delito.
De los estudios disponibles, se aprecia y preocupa que los casinos se usen para lavar dinero con mucha facilidad; son aprovechados por terroristas, explotan a los ancianos; promueven directamente la prostitución, aún infantil, y crean severos problemas socio-económicos en su entorno.
La adicción enfermiza al juego (ludopatía) no se cura dedicando un porcentaje de utilidades o impuestos a atender enfermos. Lo que se debe evitar es la oportunidad de que se desarrolle esta manía, que tantos estragos causa a la sociedad, con altos costos fiscales, morales, económicos y sociales. La experiencia ajena está en Internet para demostrarlo, como la de Gamblers Anonimous (EUA).
Por el bien común de nuestra nación, es indispensable que legisladores, funcionarios públicos de los ramos involucrados y asesores aprovechen la información pública disponible sobre los daños de los casinos frente a sus relativas ventajas. Una vez leída, no será nada difícil que se vote NO a los casinos.
El autor es economista y articulista.
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