PERFIL DE LA RESPOSTA

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Es normal lo que te pasa Vane. Te entiendo perfectamente.

Ahora bien.

Cuando tuve mi acogida, después de soltar delante de mi mujer toda la mierda y las deudas que tenía, el segundo paso fue abrir la cartera y darle todas, ABSOLUTAMENTE TODAS las tarjetas que tenía (inclusive la de El Corte Inglés). De esa manera no iba a tener la tentación de pasar por un cajero a sacar dinero y fundirmelo.

En segundo lugar, al día siguiente cambiamos la titularidad de las cuentas. Exactamente la hicimos de tal manera que sólo podíamos sacar el dinero si firmábamos los dos (como en una comunidad de propietarios, por ejemplo). Así te evitas que él saque dinero sólo con su DNI en el banco.

En tercer lugar, no llevar encima más dinero que el necesario. En un principio y durante un año, sólamente llevaba 1 euro en mi bolsillo. Fue duro (¿acaso no fue más duro para mi mujer descubrir lo que era y lo que había hecho) al principio. Hay que cambiar las costumbres (invitciones, aperitivos en el bar; situaciones que al final degeneran en ir a jugar a las tragaperras).

Y un gran consejo que me dieron a mí cuando en el momento del comienzo del tratamiento sólo tenía una hija. El psicólogo me dio una norma que iba a tener que cumplir todos los días: si el café te vale 80 céntimos, el resto (hasta el euro) lo guardas y cuando llegues a casa se lo echas en un hucha expresamente dedicada a ello. Después de varios meses, lo ahorrado sirvió para comprarle un juguete. Simpleente esa "tontería" me ayudo a saber apreciar el dinero.

Ahora bien, no sé si tu marido tiene que llevar siempre dinero encima. Pero lo que sí te recomiendo es que tú lleves las cuentas. La nómina para empezar directamente a la cuenta. Nada de dársela en mano. Y luego, según las necesidades, le das el dinero que consideres necesario. Y, al finalizar el día, las cuentas claras. Si hay que pedir factura para un chupa-chup, que te la dé. Poco a poco uno se va acostumbrando al día a día y yo llegué un momento en el que lo hacía automáticamente (y todavía lo sigo haciendo cuando tengo que comprar sólo).

Es más, por motivos de mi trabajo, de cuando en cuando tengo que pasar una semana lejos de casa. Como tengo que alojarme en hoteles, comer, etc, etc necesito dinero para ello. Hasta hace bien poco, el dinero que me ingresaban por dietas me lo daba mi mujer en metálico. Y ún poquito más simplemente para improvistos. Pues bien, con ese dinero me obligaba a no gastar nada más de lo necesario para poder comer y pagar al terminar la semana el hotel. Y, salvo pequeños detalles, le presento facturas y recibos de todo.

Curiosamente, en la época que jugaba, lo primero que hacía en mi tiempo libre era ir al Salón Recreativo (¿recreativo?) que había al lado del hotel y fundirme todo y más.

Ahora, sin embargo, me sobra el dinero suficiente para poder llevarle un regalo a mi hija.

¿Hay o no hay diferencia?

En rsumen, todo es hablarlo con tu marido y poner las cartas sobrela mesa. O lo toma o lo deja. Pero, personalmente, es la mejor opción que puedes coger. Quizás sea complicado en un principio y algo engorroso. Pero poco a poco veréis y notaréis una mejora económica y al final acabaréis acostumbrados y agradeciéndolo.

Espero que te haya servido de algo mi experiencia.

Besos.

Víctor