Escrito el: 14 de Julio de 2006 a las 09:17
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Esta enfermedad es muy puñetera, y nos da unos altibajos tremendos.
Incluso llevando un tratamiento, no estamos bien, porque hacíamos otras cosas, hemos dejado de hacer muchas, nos lo estamos pensando todavía (con lo claro que lo ves después), ..., pero siempre hay que sacar una herramienta: la serenidad, lo mismo por mi parte que por parte de mi pareja; y si uno la pierde, no es excusa para perderla el otro, hay que echar otro saco más, por la que le falta a la pareja. Si nos dejamos llevar por las situaciones, no vamos a pillar paz, y menos, transmitirla...Mi pareja o yo, cuando empieza un meneo, cuando alguno va a liarla, el otro debe ver que es mejor apartarse, darse una prorroguita y retomar el tema o la situación con calma, porque en medio de la hoguera sólo conseguimos requemarnos. Al rato, después del primer calentón, con la paradiña, las cosas toman otro color, y uno de los dos, reconoce su error, o expone la situación de otra manera, y, sobre todo, de otro modo. Además, muchas veces, el lenguaje gesticular hace más daño que el oral, y no nos damos cuenta: pararsus que decía Cayo Sin Sestercius.
Buen día, serenas 24 horas.
__________________ Vive y deja vivir
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