demomento Usuario
Ingresado: 14 de Oc tubre de 2015 Lugar: Spain Mensajes: 47
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Escrito el: 26 de Enero de 2016 a las 19:20
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Supongo que la gran mayoría de los que padecemos esta
enfermedad hemos realizado varias tentativas para para
dejar el juego. En mi caso, como en el tuyo, infructuosas
y sin paliativos. Y es que no es lo mismo intentar
que hacer una declaración de intenciones; esto
último resulta tan fácil y frecuente como inútil y
engañoso. Pero lo primero, el intentarlo de verdad,
implica unas condiciones tan duras y exigentes como
eficaces y satisfactorias. "De una vez, del todo y para
siempre"; esta máxima que escuché de un compañero
alcohólico en rehabilitación, es perfectamente aplicable
a cualquier otra adicción. Detener la actividad del juego
durante un tiempo es relativamente fácil, sobre todo
cuando hemos llegado a un punto casi al límite (cuando la
hemos liado gorda, vamos) Pero no se trata de eso, de
suspender la práctica, sino de abandonarla para siempre.
Y tampoco es solo eso. Igual de importante es integrarte
en "la vida" de nuevo con plena normalidad sin que el
juego suponga nada perturbador, ni por activa, ni por
pasiva. Dices que no juegas porque no tienes acceso al
dinero; eso, junto con el resto de medidas preventivas,
forma parte de las acciones para detener la actividad en
seco, urgentemente y es una de las bases para el proceso
de la recuperación, aunque no es garantía absoluta de
ello. Yo he sido capaz de sacar dinero de sitios casi
impensables cuando no tenía acceso al mío, porque, en
realidad no quería dejarlo. También dices que has
intentado cambiar muchos de tus hábitos; eso me parece,
personalmente, mucho más importante (y más difícil). Pero
no digas "he intentado" sino "estoy cambiando"; no hagas
una "declaración de intenciones", haz cosas concretas,
visibles, palpables. Ese es el camino. Me gusta también
el la estrategia del "día a día". Sobre todo en los
comienzos, los pensamientos del tipo "¿es que ya no voy a
poder meter ni veinte céntimos en una máquina?"; "¿Es que
ya no podré comprar ni un decimito de Navidad nunca
más?"; ¿De verdad que no podré ni comprar un boleto en
la tómbola o echar un mus ..?" esos pensamientos
angustian, crean ansiedad y, probablemente, favorecen las
recaídas. Por eso haces muy bien en acostarte pensando
"hoy no jugué" y levantarte diciendo "hoy no jugaré". Y
punto. Cinco meses no es mucho (ni poco, claro) pero si
continúas con esa actitud y haces buenas esas ideas,
progresarás rápida y satisfactoriamente.
Y eso vale para todos, yo incluido.
Un día más sin juego, un día menos sin angustia.
__________________ Con el juego no se juega
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