Escrito el: 27 de Diciembre de 2007 a las 09:49
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Yo también, hoy, sé dónde situarme, compañero: en el 0,0. No me veo en otro dial de la sintonía lúdica respecto al juego, porque me pilla nada más que lo toco. Y no me entró en el tarro, hasta que, gracias a una asociación, quise copiar para mí lo que otros iban haciendo: no jugar 24 horas, unas tras otras, dejar de frecuentar los sitios de riesgos, limitarse el acceso al dinero, ser sincero y honesto conmigo y con los demás, tomar conciencia del carácter de enfermedad de mi adicción, y otras lindezas por el estilo que, al principio, creí que no eran para mí, que eran para los demás, que “esos” sí que estaban mal. Esa buena tarde, me di cuenta que yo, este jugador que hoy no ha jugado, estaba como ellos, lo asimilé y lo empecé a practicar. Fácil, fácil. El juego, después ir practicando el "dayly no_playing", cumplimentado con un cambio de actitudes y comportamientos, te llega a resultar indiferente.
Buen día.
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