Escrito el: 06 de Marzo de  2006 a las 10:51

Jaime, no sabes cuanto me gustaría encontrar las palabras exactas para que te sintieras mejor y encontrar la fórmula para que las cosas te fueran mejor........ pero no las encuentro. Solo te voy a contar que este fin de semana me enfadé con mi marido y me fui sola a llevar a mi hermano a su casa, de vueltas, con todo el cabreo encima, se me pasó por la cabeza, por algo más de unos minutos, el irme a jugar a cualquier sitio......... pero no lo hice, y la única causa fue el pensamiento de que NUNCA, JAMÁS EL JUGAR ARREGLO NINGUNO DE MIS PROBLEMAS, AL CONTRARIO, LOS EMPEORÓ. Esa emoción de la que hablas por la que hemos jugado hasta ahora, la de ver que por fin conseguías el premio gordo se iva automáticamente con la siguiente en la que no te lo da....... es así. La trampa no está en la máquina, que ya te advierte, sino en nuestras emociones escondidas. TODA ESA SENSACIÓN DE CABREO CON MI MARIDO Y DE DESQUITARME LLÉNDOME A JUGAR ESTÁ CLARO QUE SE IVA A VOLVER CONTRA MÍ, así que me volví a casa y adivina!! MI MARIDO ESTABA COMO LA SEDA ARREGLÁNDOME LAS VENTANAS........ Supongo que entiendes lo que te vengo a decir.

Los sentimientos están ahí, hay que aprender a controlarlos, CON EL CONVENCIMIENTO QUE TÚ SIEMPRE HAS PRODIGADO DE QUE CON EL JUEGO NOSOTROS NO GANAMOS NUNCA.