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Tema: La distorsión mental

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la_maza
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Ingresado: 23 de Mayo de 2007
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Mensajes: 1818

Escrito el: 06 de Diciembre de 2009 a las 19:31

Cuando me pongo a recordar el pasado siempre me vienen a la mente los últimos meses, los más descontrolados en cuanto a juego se refiere, que influyeron en mi decisión de iniciar el cambio.

Era dificil aceptar que tuviera un trastorno porque los esquemas mentales los percibía como normales. Tenía consciencia del bien y del mal. Sabía con toda seguridad que estaba destrozando mi vida y a la par también era consciente que mi familia estaba sufriendo las consecuencias producidas por los desaguisados de mi juego persistente y recurrente.
Mi único afán era que no les faltara de nada. Y a pesar de ello yo seguía derrochando enormes cantidades de dinero en juego ¿Por qué seguía jugando si yo era consciente de todo y mi cabeza funcionaba bien? Sabía perfectamente que con el dinero que podría obtener de los premios de las tragaperras poco iba a poder solucionar por la ridícula cuantía de éstos.

Fue entonces cuando me planteé que quizá ese esquema mental podría tener alguna fisura.

Mi vida estaba dedicada en exclusiva al juego. Además siempre existía la imperiosa necesidad de cuidar las apariencias, que los compañeros de trabajo no supieran nada del tema, que la gente que pudiera mirar cuando estaba jugando no notara en mí la angustia que suponía quedarme sin blanca y que pareciera que sólo era el sobrante, la calderilla de una fortuna bien amasada.
La llegada a casa había que planificarla como si viniera de dar un paseo, tanto si traía pérdidas como ganancias. Nunca supe hacerlo. A la legua notaban de donde venía y cuál era el resultado.
Ante las reuniones sociales o de trabajo no me podía permitir el lujo que descubrieran mi amargura. Siempre dicharachero, aparentando felicidad, y siempre haciéndome la misma pregunta atormentadora ¿sabrán éstos algo?

Cada mañana, cuando salía de casa, mi tortuoso esquema mental me decía "Si han pasado ya mas de treinta años y sigues a flote, tú a lo tuyo, seguro que la mala racha pasa"
Y la mala racha nunca pasaba.

Descubrí que las malas rachas no existen. Son las consecuencias de un trastorno adictivo.

Son sensaciones lejanas en el tiempo que me hicieron reflexionar que algo pasaba, que algo no andaba bien por la azotea. No era el dinero perdido lo que más me preocuba, pues aún estando en una fuerte crisis económica (más de lo que se pueda imaginar) siempre me las he apañado para obtener dinero realizando trabajos (siempre he sido muy activo, tanto que creo que también puedo tener adicción al trabajo). Lo que sí me preocupaba era pensar que me había transformado en una especie de bicho raro, que había dejado de atender como se merecían a mis familiares y amigos y sobre todo que había algo en mí que me impedía estar un solo día sin jugar aunque fuera un rato, o sea que me había convertido en un esclavo del juego.

¿Qué hacer ante este panorama? Algo había que transformar porque el futuro se preveía bastante negro.

Y así, entre distorsiones de pensamiento, charlas con mi esposa, idas y venidas en busca de ayudas, fue surgiendo poco a poco un futuro esperanzador. Una pierna casi a punto de ser cercenada, un amor venido a menos por las consecuencias, una terrible crisis patrimonial y una depresión diagnosticada y tratada felizmente fueron merecedoras de un giro hacia la vida.