la_maza Usuario
Ingresado: 23 de Mayo de 2007 Lugar: Spain Mensajes: 1818
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Escrito el: 24 de Diciembre de 2016 a las 04:07
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Cuando estamos en activo sólo nos damos cuenta de lo primero que perdemos que es el dinero y nuestra mente no puede apartar el pensamiento de recuperarlo, ya sean pérdidas o ganancias. Cuando estamos jugando perdemos el sentido del valor del dinero. Cundo se ha terminado la apuesta nuestra mente sigue pensando en juego pero inmediatamente empieza a valorar el dinero por un buen rato haciendo cábalas del pasado reciente ¡Si hubiera hecho esto, si hubiera hecho lo otro, si hubiera jugado de esta manera, si me hubiera retirado cuando ganaba tanto...! Entonces se empieza a planificar la próxima apuesta ¡Lo haré así, cuando gane tanto me retiraré...! En definitiva se produce un bucle donde no caben otros pensamientos, porque el pensamiento lógico se ha transformado en pensamiento adictivo. Y lo repito, todo esto no lo vemos cuando estamos en la rueda del juego, no cabe otra cosa en nuestra mente. Yo lo intenté de todas las maneras, disminuyendo la frecuencia de juego y las cantidades de dinero, de jugar a diario pasé a jugar una vez a la semana. El resultado fue el mismo, el pensamiento seguía siendo adictivo y monotemático, por ejemplo salía a correr y me ponía un mp3 con pinganillos con la música a todo trapo y mi mente la rechazaba, mientras corría, el juego inundaba mis pensamientos y en lugar de música oía ruidos que molestaban los oidos y terminaba arrancándome los pinganillos porque era insoportable la mezcla de la música con los pensamientos planificadores de apuestas o búsqueda de financiación para jugar. Cuando entendí que daba igual la frecuencia de juego, las cantidades empleadas y el tipo de juego, cuando entendí que mi pensamiento estaba distorsionado porque mi conducta no era normal, cuando entendí que el juego era el causante de todos mis males, cuando entendí que había perdido mi salud mental fue cuando verdaderamente di el primer pasito para empezar a rehabilitarme. En esos momentos me preocupaba más el hecho de no poder apartar de mi pensamiento todo lo relacionado con el juego que todo el dinero que había derrochado y todo el sufrimiento que había provocado en mis seres queridos ¿es que no habría otra vida distinta para mi cabeza? ¿de qué serviría apartarme del juego si mi cabeza era incapaz de centrarse en asuntos corrientes de la vida? Cuestión muy difícil para un cerebro intoxicado por una adicción de las más destructivas donde las haya. En la asociación me enseñaron que para transformar el pensamiento tendría que modificar la conducta y se produciría un bucle que me devolvería a la visión de la realidad como es y no como la imaginamos cuando estamos en la rueda, modificando la conducta poco a poco se va modificando el pensamiento y éste a su vez refuerza la modificación de la conducta produciéndose así el bucle que nos devuelve la vida. La primera modificación de conducta pasa por la abstinencia total, sin ella no se puede incidir en la transformación del pensamiento adictivo cortándose ese bucle que antes he mencionado. ¿Cómo se logra la abstinencia total? ¿Solos, sin ayuda? La mayoría lo piensan así, yo también lo pensaba, pero no pude. Yo admiro muchísimo a las personas que lo han conseguido sin ayuda externa como al amigo Paco, pero Pacos salen uno entre un millón, los demás hemos necesitado mucha ayuda para poder empezar a vivir libres de una esclavitud. Mi familia y mi asociación fueron mis ángeles que me sacaron del purgatorio que estaba viviendo en aquellos momentos. Sufrí mucho y durante muchísimos años innecesariamente por mi ofuscación, mis temores y mis prejuicios, un sufrimiento vano que lo único que hizo fue deteriorar mi salud mental y física de la que aún me quedan secuelas por mi maldito orgullo y vanidad de querer solucionar el problema por mi cuenta. Una vez cesada la conducta adictiva, en un periodo más o menos largo, el pensamiento comenzó a abrirse nuevos horizontes, poco a poco se fueron diseminando las falacias del jugador. Miraba a mi alrededor y veía un mundo nuevo que hacía lustros no había tenido la oportunidad de contemplar, miraba al espejo y veía una persona distinta, incluso podía observar los objetos que había en el mueble del baño y sus alrededores, cuando hasta entonces no había visto nada más que mi triste figura y un pozo oscuro en la mirada reflejada de mis ojos en el espejo. Estaba cambiando un vacío por un lleno y así entendí que era posible la transformación de ese pensamiento que jamás imaginé que podía ser cambiado por lo lejos que había llegado con mi conducta adictiva. Han pasado ya diez años como dice Melendi en su canción "desde que estamos juntos" y veo a mi mujer y a mis hijos que se han hecho hombres, que se perdieron un esposo y un padre que actuó de zombi durante tantos años como si de una obra de teatro macabra se hubiera tratado y ahora son felices y me hacen feliz a mí. Todo quedó atrás, mereció la pena. Hoy en la Noche Buena, para nosotros los creyentes una fecha muy especial compraré una poinsettia, la flor de pascua recordando mi primer regalo a mi esposa ese día que cambié echar la moneda en la ranura de una máquina por entregarle una flor en señal de amor y agradecimiento.
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