Escrito el: 29 de Mayo de 2007 a las 19:39
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Mira Juandi, yo he jugado durante más de treinta años, y nunca había estado ni un solo día sin hacerlo. La cuestión era que nunca estuve convencido de dejarlo. Hace tres meses aproximadamente me puse a reflexionar las ventajas e inconvenientes que supondría abstenerme de jugar, y la verdad es que sólo le vi ventajas. En un principio te notas raro, como que te falta algo, pero te aseguro que con el tiempo y con la modificación de conducta, cambio de hábitos te vas dando cuenta como cambia tu vida y la de tu familia: en el aspecto afectivo te vas sintiendo cada vez mejor, te sube la autoestima por momentos, yo antes tenía un concepto de mí como que era mas o menos una mierda, que no servía nada más que para joder a mis hijos y a mi mujer; algunas veces me dieron ganas de suicidarme. Hoy me siento otro, muy feliz, con deudas aún, pero muchas menos. En el terreno económico las cosas van como nunca; cuando antes nos las veíamos negras para llegar a fin de mes, por el contrario ahora ahorramos. En fin, ¿no crees que merece la pena?
Si algo nos distingue a los humanos del resto de las especies es la capacidad para razonar. No somos autómatas que vamos derechos a las lucecitas de una tragaperras, o a la puerta de un casino. Podemos decir NO.
Ya sé que es dificil, y para algunas personas más que para otras, pues no depende de la cantidad de tiempo que se lleva jugando ni de la cantidad de dinero invertida a tal efecto. Depende del grado de voluntad, de una reflexión serena y de poner tantas medidas preventivas como se consideren necesarias. Si tú ves que no puedes controlar todos estos factores, deberías pedir ayuda, podrías ir a una asociación, pues por cara que sea ésta, te saldrá muy barata. Yo no voy a ninguna de momento por razones de distancia e incompatibilidad con mis horarios de trabajo, pero te aseguro que ante la más mínima recaida, aunque fuesen 20 céntimos jugados, iría de cabeza a una de ellas, incluso aunque tuviera que faltar a esas horas de trabajo y aunque me tuviera que trasladar 200 kilómetros, pues antes es mi vida que todo lo demás.
El hecho de haber tenido un mal día en el trabajo, o haber tenido cualquier otro conflicto no debe ser una chispa que encienda el motor de arranque del juego, sino, ¿para que está nuestra capacidad de razonar? ¿para agravar más, si cabe, esa situación que hoy se nos ha dado mal?
Debemos pensar que la vida no es muy larga y no merece la pena desperdiciarla, y mucho menos perderla por no ver una salida. Sabemos que esa salida está en nuestra mano. La ludopatía es una enfermedad grave. Tenemos que informarnos, ver las consecuencias que puede acarrear, y sobre todo aprender a parar sus efectos destructivos.
BUeno, que parece que estoy echando un discurso.
Sólo os pido, por favor, reflexión y serenidad.
Alonso
__________________ Podemos y debemos salir del infierno.
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