Escrito el: 26 de Enero de 2008 a las 03:07
|
|
|
BAHIA, yo si que te entiendo. Y te entiendo porque también yo pasé por tu misma situación.
Sé lo que aprietan las deudas cuando te ves indefenso para poder pagarlas.
Sé lo que ahoga pensar que tu pareja descubra todo el pastel.
Sé el nudo que se te hace en la garganta cuando piensas que teniendo dos criaturas (igual me pasó a mí) que los quieres con toda tu alma y te sientes culpable de que puedan pasar necesidades por haber derrochado un dinero innecesario.
Se que te sientes el más miserable cuando tienes a tu lado a la persona que te ama y se porta bien contigo, y tu sin embargo le pagas con ausencias de estar con él y derrochando el dinero tan necesario para poder vivir a gusto con él y vuestros hijos.
...Y, en esos momentos sólo piensas de donde sacar pasta para poder solventar las deudas lo más rápido posible, y ya con el alma tranquila, no volver a jugar más.
Pero..., eso ya lo he vivido yo, y es un pensamiento equivocado, acomodado a las circunstancias. A mí sí me ayudó mi suegro (como ves caso parecido al tuyo, pues recurrí a él). Me dio suficiente dinero para pagar las deudas y aun para que me sobrara algo. ¿Sabes donde fue a parar ese dinero? A las tragaperras.
Y pensar en el alivio que me quedó cuando me entrego la pasta y pensé que pagaría las deudas con él y me sujetaría para no volver a jugar. Pero todo fueron castillos en el aire. Me gasté absolutamente todo.
Hasta el día que comprendí que lo que yo tenía era una enfermedad, no empezaron a resolverse mis problemas. Y empecé a informarme de lo que a mí me pasaba. Y ví que no era a mí solo. Descubrí que había mucha gente que le pasaba lo que a mí...Y comencé a aplicar las claves necesarias para salir del agujero. Entre otras, descubrí que:
- Si alguien te paga las deudas nunca te curarás. Tienes que pagarlas tú mismo ¿Cómo? Trabajando y ahorrando.
- Si tienes acceso a dinero en efectivo o tarjetas o libretas, mal asunto. Álguien cercano debe hacerse cargo de tu economía.
- Si sigues mintiendo u ocultando verdades, mal asunto, para ti y para tu familia.
-...
Ahora la pelota está en tu tejado. Tienes la oportunidad de subirte a él y bajarla y cuidarla. De lo contrario las inclemencias harán que la pelota explote...,y quiza tenga dificil o nulo remedio remendarla.
Apúntate a la vida. Deja de ser esclava del juego. Entrega tu sinceridad a tu marido y ganarás un tiempo precioso y vital. ¡Ójala hubiera yo sabido de mi enfermedad mucho antes!
Un abrazo
|