Escrito el: 12 de Febrero de  2012 a las 13:47

Savannah, valora lo que tienes, porque es mucho, incluso más de lo que tenías antes, porque el tiempo te demostró que realmente no tenías nada.

Al contrario que Marusa, tu historia también se asemeja a la mía, ya que en su momento encontramos que aquello que un día creímos tener conseguido y asentado, era puro humo. Vamos, de las últimas cosas que se me pasarían a mí por la cabeza, sería comentarlo con los compañeros de trabajo, ¡brrrrrrrr!, podría llegar a ver una pancarta con 1 foto mía en la puerta del curro, jajaja. Claro, que por otra parte, si se llega a saber por lo que sea, tampoco me va a quitar el sueño y estoy preparada para confirmar sin rubor ni temor, lo que se me pueda preguntar o insinuar.

Pero no olvides que tu no eres otra mitad, eres un todo, con otra experiencia vivida que seguro te ayudará a tener un futuro mucho mejor que el que te esperaba. Sabes del dolor y de las miserias de las personas, así que estás preparada para lo que pueda venir.

Y para ello hay una cosa que sí es muy importante: que dejes atrás ese amargor, que aunque sería de necios el decir que hay que olvidarlo, sí es muy importante que dejes de recordarlo. El pasado es pasado, y ahí debe quedarse.

Mucha suerte, y sigue en lo que has comenzado.

Escrito el: 15 de Febrero de  2012 a las 23:20

Pues Savannah, dejar que el tiempo transcurra.

Te diré algo que hasta el momento, no había puesto aquí. Cuando comencé a visitar los bingos continuamente, me gustaba el quedarme a comer o a cenar allí. Sobre todo la cena, pues ya no tenía después ninguna obligación. Comía menos, pero tardé casi 1 año en darme cuenta que comencé a engordar un poco.

Siempre fuí delgada por genética, ya que he tenido la suerte de no tener que hacer un régimen hasta el día de hoy. El caso es que poco a poco, y supongo que por la ansiedad, fuí cogiendo peso. En mi casa mi madre me lanzaba indirectas, mientras mi ex-pareja (menos mal, pues ya me habría faltado eso) me decía que estaba bien así y que le gustaba de todas formas.

Sin darme cuenta, un día me pesé y.....¡horror!, tenía encima 28 kilos de más. ¿Te lo puedes imaginar?. Me quedé de piedra, pero aún siendo toda la vida muy coqueta, era incapaz de hacer nada. Me miraron todo lo habido y por haber, y no tenía nada. Paradojicamente, estaba más sana que una lechuga. Mis niveles de todo como si tuviera 20 años. Fué curioso que cualquier parte que me miraban, el médico decía que lo tenía acorde a una edad + joven. Desde la cabeza (las resonancias decían q tenía "1 cerebro joven"), hasta los pies. Me hubiera hecho gracia el tema, si no hubiera tenido metido el temor de que cuando no encuentran nada....algo hay en algún sitio. Pero no, aparte de "lo mío", no tenía + q ansiedad.

Desde que dejé el juego casi he vuelto a mi ser, aunque me quedarán unos 5 kilos. Sin hacer nada, sólo estar tranquila. De hecho mis compañeros de trabajo nuevos me preguntan por la dieta que he seguido, y claro, me río, porque yo siempre he estado casi como ahora.

Con ello te digo que deja en paz a los kilos, que igual que llegan, cuando vayas estando + tranquila, todo tu organismo se "apaciguará" y volverás a ser la que eras.

Ánimo, y un abrazo.