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Nizan18 Usuario
Ingresado: 16 de Diciembre de 2016 Mensajes: 17
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Escrito el: 08 de Enero de 2017 a las 12:34
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Hola a todos, quería plantearos un hecho que creo que es
un buen indicio para darnos realmente cuenta que tenemos
un problema, a mi de entre otras cosas me ayudo a darme
cuenta.
Veréis, pongamos un ejemplo. Dos personas, de las cuales
no conocemos sus experiencias pasadas, cuánto tiempo
llevan jugando etc
Las dos van a un salón de juego y las dos pierden 50€. Se
van de él, y conversan sobre que hayan perdido ese dinero
en el juego.
Uno de ellos, vamos a llamarlo Juan, se siente frustrado e
impotente por haber sido tan tonto de perder ese dinero
que podría haber destinado a otro tipo de cosas. No se le
pasa ni por asomo volver al día siguiente por que tiene en
cuenta que lo más probable es que vuelva a perder ese
dinero.
El otro chico, vamos a llamarlo Carlos, se siente mal
consigo mismo al igual que Juan. Está frustrado, pero a
diferencia de Juan, el cree que ese dinero puede
recuperarse volviendo al día siguiente. No analiza bien la
realidad, el sólo ve que ganará el siguiente día que vaya,
y por consiguiente recuperará los 50€.
Este tipo de pensamiento, el de Carlos es el que he vivido
yo en estos años. Como he leído en el foro, esto se debe a
que el juego distorsiona nuestro modo de ver la realidad.
Me gustaría que reflexionaramos un poco sobre en qué
momento se pasa de un pensamiento a otro. Si creéis que es
debido al habito, si hay personas que están predestinadas
y tienen cierta vulnerabilidad al juego sin haber jugado
nunca antes, si influye la situación económica, la
situación personal (sentirse solo, amistades, familia,
parejas)
Un saludo y compartir vuestras opiniones aquí!
Un abrazo
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la_maza Usuario
Ingresado: 23 de Mayo de 2007 Lugar: Spain Mensajes: 1818
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Escrito el: 08 de Enero de 2017 a las 20:30
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"Uno de ellos, vamos a llamarlo Juan, se siente frustrado e
impotente por haber sido tan tonto de perder ese dinero
que podría haber destinado a otro tipo de cosas. No se le
pasa ni por asomo volver al día siguiente por que tiene en
cuenta que lo más probable es que vuelva a perder ese
dinero.
El otro chico, vamos a llamarlo Carlos, se siente mal
consigo mismo al igual que Juan. Está frustrado, pero a
diferencia de Juan, el cree que ese dinero puede
recuperarse volviendo al día siguiente. No analiza bien la
realidad, el sólo ve que ganará el siguiente día que vaya,
y por consiguiente recuperará los 50€."
Ese Juan no existe, una persona no ludópata no se atormenta por haber perdido 50 euros un día por haber ido a jugar pensando que ese dinero lo podría haber empleado en otras cosas. Si Juan se atormenta por ese dinero perdido no te quepa duda que es ludópata y por tanto sus pensamientos serán igual que de los Carlos. A nadie le gusta perder ni aunque sea a las chapas, pero una persona que no ha contraído el trastorno da el dinero por perdido sin ningún tipo de tormento ni elucubraciones de lo que se podría haber comprado con él. Es más, una persona no ludópata ya da el dinero por perdido antes de ir a jugar aunque pueda tener algún chance de obtener algún premio. Si vas al cine ¿piensas después lo que pudieras haber hecho con el dinero de la entrada? Pues los mismos pensamientos tendría una persona no ludópata después de haber jugado, gane o pierda cenará igual de tranquilo que si hubiera venido del cine.
"Me gustaría que reflexionaramos un poco sobre en qué
momento se pasa de un pensamiento a otro. Si creéis que es
debido al habito, si hay personas que están predestinadas
y tienen cierta vulnerabilidad al juego sin haber jugado
nunca antes, si influye la situación económica, la
situación personal (sentirse solo, amistades, familia,
parejas)"
Esa reflexión la tengo bien clara, uno empieza a jugar por el motivo que sea (frecuentemente por diversión aunque pueden ser otros, da igual), si tiene suerte y ve que le van tocando premios empieza a pensar que eso es una bicoca. De esta forma empieza a arriesgar más dinero y va empleando más tiempo en apuestas, es decir se va metiendo en una espiral que le va absorbiendo tiempo y dinero y enfermando mentalmente porque va dedicando todas sus energías mentales en lo relacionado con el juego, abandonando poco a poco los hábitos saludables.
¿Personas predestinadas? Ni hablar. Truco empleado por los señores del juego para quitarse responsabilidad. La situación económica no influye para nada, hay ludópatas ricos y ludópatas pobres. Te pongo un ejemplo para que lo entiendas, la venta de loterías ha bajado en estos años de crisis económica que hemos pasado. Si la deseperación por falta de recursos incidiera en el hábito del juego se hubiera vendido más lotería.
No se empieza a jugar por la situación personal. Cuando se va apoderando el mal hábito del juego este se empondera si nos relacionamos con personas que tienen los mismos hábitos y costumbres, por eso es necesario alejarnos de esas "amistades". Uno no se encuentra solo por no tener a nadie a su lado, está el teléfono, el wassap..., te encuentras solo porque el juego te va convirtiendo en un lobo solitario cuando en la mente no cabe más que juego y todo lo relacionado con él ¡cuántas veces no se contestan a llamadas de un familiar cuando molestan o estorban por estar jugando o planificando jugar!
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Ourensemk2 Usuario
Ingresado: 16 de Enero de 2017 Lugar: Spain Mensajes: 67
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Escrito el: 19 de Enero de 2017 a las 08:08
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Hola!
La maza acabo de leer tu reflexión, y que razón tienes en todo. Lo de
que una persona normal no lloraría esos 50e... ahí es donde nuestra
cabeza claramente está mal. Toda mi vida me ha dolido gastarme
dinero en primitivas. Recuerdo con 18 años, echaba una apuesta de
primitiva jueves y sábado y una de euromillon martes y viernes. Todas
las semanas, a veces se me olvidaba echar los martes y jueves, tenía
unos numeros fijos, pero cada vez que comprobaba que no me tocaba,
me jodía pero tenía esperanza. Ahí fue mi primera incursión en el
juego...
Muchas veces pienso en si seré capaz de controlarme, o de si solo fue
una mala racha, pero no, en el fondo sé que no. Estoy enfermo y lo
acepto.
Un abrazo
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la_maza Usuario
Ingresado: 23 de Mayo de 2007 Lugar: Spain Mensajes: 1818
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Escrito el: 19 de Enero de 2017 a las 23:25
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Ourensemk2 escribió:
Hola!
La maza acabo de leer tu reflexión, y que razón tienes en todo. Lo de
que una persona normal no lloraría esos 50e... ahí es donde nuestra
cabeza claramente está mal.
Muchas veces pienso en si seré capaz de controlarme, o de si solo fue
una mala racha, pero no, en el fondo sé que no. Estoy enfermo y lo
acepto.
Un abrazo |
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Lo que me pasó a mí. Llevaba algo menos de un año límpio y recaí por esa curiosidad de comprobar si podía controlar. Bastó una semana para darme cuenta de mi error, acepte el trastorno y ya nunca volví a probarme. Durante ese primer año mi cabeza siempre estaba dispuesta a hacer cábalas de control, y de tanto ir el cántaro a la fuente... Mira este silogismo: Si pensando podemos controlar pero no podemos controlar el pensamiento, de nada sirve controlar pensando, porque perderemos el control. Si controlamos este pensamiento no pensaremos en controlar y nos evitaremos un fracaso asegurado. Con un ejemplo se entiende mejor: Los pensamientos vienen a nuestra mente, eso es incontrolable. "voy a jugar y comprobar si puedo retirarme si pierdo x o gano z". El ludópata activo lo pone en práctica y comprueba que pierde el control. El que está en rehabilitación se pone a pensar por qué le ha venido ese pensamiento de probarse y llega a la conclusión que eso ha pasado porque su enfermedad le propone un pensamiento adictivo y llega a la conclusión de que no ha de probarse porque perderá el control. Como resultado no juega, evita el fracaso y avanza en la mejora del pensamiento lógico y va dejando atrás el pensamiento adictivo. Cuando la rehabilitación ya está muy avanzada ese pensamiento (la falacia de control) ya no viene a la mente, es como si se desincronizara. Simplemente no juega, ya no hay pensamientos que le inviten a probarse, ya no necesita el juego y ya no quiere jugar.
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