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JulioC Usuario
Ingresado: 17 de Abril de 2020 Lugar: Spain Mensajes: 229
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Escrito el: 19 de Oc tubre de 2021 a las 00:23
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En algunos ratos muertos estoy leyendo
releyendo hilos antiguos. Ya hace un
tiempo resubí un hilo de la maza que
titulaba no dejes que jueguen.
Hoy he visto uno, que seguramente los más
veteranos ya han contestado en muchas
otras ocasiones en las que se ha hablado
de ello. Es acerca de la consulta que un
terapeuta de una asociación les hizo a los
asistentes a una asociación. Qué
sentimientos se tienen al jugar.
Pensando sobre ello diría que dependía del
día.
Días he empezado a jugar aséptico, con
seguridad, con una idea clara de lo que
iba a hacer, pero como casi siempre he
tenido mal perder. Si salía mal enseguida
me ofuscaba y me ponía de mala leche.
Ganando no me sentía un triunfador, si no
más bien tranquilo de que se cumpliese "la
estadística", sí que cuando ganabas mucho
te venías arriba pensando que ibas a poder
regalar tal y cual, diría que me volvía
generoso y si llegaba a irme estando
arriba me iba contento y de muy buen
humor.
El día siguiente que volvía a jugar
después de un mal día anterior, entraba en
la web temeroso, con mucho miedo, jugando
poquísimo, que iba subiendo a medida que
perdía. Pero era como una certeza de que
iban a salir mal las cosas y así salían.
Ir a jugar a algo que supuestamente te
divierte, triste y temeroso... una muestra
clara de lo que afecta psicológicamente. A
medida que pasaban las semanas y meses y
la fosa se hacía más profunda no hace
falta que diga qué días abundaban más.
Por no quedarme sólo en eso, se me ocurre
preguntar qué sentimientos tuvisteis
cuando lo dejasteis, como fueron cambiando
a lo largo de la rehabilitación.
Yo los primeros días tuve un gran alivio
de soltar toda la mierda. A la vez
vergüenza, pero era más el alivio. Fue
pasando tiempo y le tenía miedo, pensar
que alguien querido como los hijos, lo
iban a tener tan cerca... Muy mala
sensación. En ningún momento de los
bastantes primeros meses tuve ansiedad o
mono.
Sin embargo, cuando iba reponiendo el
dinero que tuvo que dejarme mi mujer para
pagar los créditos a buen ritmo, me vino
esa rebeldía, el cómo es posible que no
puedas hacer algo controladamente, que
sólo es ponerte un tope, que te vendría de
maravilla el salir cada día con 30 euros,
que eso al mes... La falacia del control,
el verme a un paso de volver a la mentira,
me hizo sentirme ansioso, de muy mala
leche, era volver a ese estado de mierda
pero como con furia por ver que no lo
paraba y que no quería pararlo en el
fondo.
Después de superar eso me vengo sintiendo
mejor. Nunca he abandonado mis otras
aficiones, aunque las tuve que reducir por
el poco margen que me dejaba el juego y
sus consecuencias, pero lo siento como
algo lejano. Tampoco quiero olvidar lo
malo, que me sirva para estar alerta, pero
estos meses le he perdido en cierta
manera, el respeto que le cogí...y no creo
que sea bueno del todo, aunque me siento
muy tranquilo.
Bueno, siento el testamento que me ha
quedado. Hilo que va por los nuevos que no
quizá no han expresado esto antes, los
veteranos estaréis aburridos de leerlo,
pero algo que cambie cierta dinámica...
Un saludo
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kiko. Usuario
Ingresado: 06 de Oc tubre de 2017 Lugar: Spain Mensajes: 804
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Escrito el: 19 de Oc tubre de 2021 a las 00:50
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Yo empecé muy pequeño unos diez
o doce años
Durante muchos años no fui
consciente de que lo mío era
una enfermedad
Mantenía en secreto lo de jugar
básicamente porque el juego me
causaba poblemas económicos que
no podía justificar
Me acostumbré a mentir y cada
vez más me esforzaba porque no
se supiera que jugaba
Con 16/17 años mi economía era
alta trabajaba en Catalunya a
destajo y ganaba mucho dinero
Dinero que mis padres ignoraban
que ganaba
En aquella época mi juego era
el poker
Busque "timbas" fuera de mi
pueblo para que nadie supiera
que jugaba
Es conllevó que realmente no
tuviera un entorno de amigos
Creo que yo creía que
disfrutaba
Con los años siendo consciente
de que tenía que dejar de jugar
lo hice pero dejé el poker y
fui pasando por otros juegos
que también me atraparon
La cuestión es que me cuesta
recordar cuales eran mis
sentimientos cuando jugaba
Los que sí recuerdo es los de
los últimos años
No es que no disfrutará es que
sufría ya desde el momento que
empezaba a cambilar cuando y
como iba a jugar
Mantenía una lucha continua
entre ir a jugar o no
Lo pasaba realmente mal
Hasta el punto de hacer jugadas
a propósito perdedoras para ser
capaz de irme cosa que solo
lograba si me quedaba sin
dinero
Los últimos años el jugar era
una tortura hasta el punto de
creerme que padecía algún
trastorno autodestructivo
Nunca tuve conciencia de que
todo era producto de la
adicción
Por eso cuando entré aquí y me
hicieron ver qué lo mío no era
nada raro que era la ludopatía
y que podía vencerla me
devolvió las ganas de vivir
Y hoy en día por fin vivo
Otro tema distinto es la
sensación de haber despediciado
toda mi vida y el pesar que eso
me provoca
Editado por kiko. - 19 de Oc tubre de 2021 a las 00:52
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JulioC Usuario
Ingresado: 17 de Abril de 2020 Lugar: Spain Mensajes: 229
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Escrito el: 19 de Oc tubre de 2021 a las 22:19
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Yo en cambio sí que recuerdo cuando el
juego me gustaba, lo hacía para ganar no
para otra cosa, pero me gustaba y entraba
decidido a ganar. Cuando empezaba bien
solía irme con unas pocas ganancias
satisfecho y diciéndome que volvería a
entrar en una semana, y echaba cuentas de
lo que podría sacar retirándome con esto o
lo otro todos los días.
Pero siempre venía el día que empezaba
mal, no reconocía el poder perder y
terminaba perdiendo no sólo lo ganado
otros días si no el sueldo.
Esa sensación que dices de los últimos
años, el ir a perder, el saber lo que va a
pasar la tenía yo en los últimos
coletazos.
El ciclo de las últimas semanas consistía
en empezar diciéndome 30/50 euros de
beneficio y me retiro. Un día se cumplia,
otro también, al tercero al hoyo. Luego
jugaba uno o dos días seguidos después,
pero on esa sensación que mencionas,
entrar sabiendo que iba a perder, sin
ilusión, sin objetivo de nada, solo perder
porque a lo mejor ibas ganando algo,
bastante pero no todo lo que había perdido
el día anterior y no paraba hasta perder
pensando en llegar hasta el doble de lo
que perdí. A eso le sucedían 2/3/5 días de
abstinencia diciendo que no más, luego ya
volviendo a pensar, retírate con 20/40 que
te sirve para pagar la cuota del préstamo
con 7/8 días al mes así...y a repetir la
secuencia...
La transformación que sufría en esa semana
o 10 días de juego me tiene todavía
perplejo de cierta manera. Cómo podía
cambiar mi ánimo y sentimientos ante el
juego de esa manera.
En fin... Un saludo
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