Escrito el: 20 de Julio de 2006 a las 21:41
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Sabemos que la estabilidad emocional, la frialdad y la imperturbabilidad (todo pasa) son pilares fundamentales de todo jugador. Todo mal jugador es un afiebrado. Un compulsivo al no tener conducta entra en las garras del casino y termina perdiendo todo
Cuando el jugador le atribuye un valor cualitativo a la caja, dejo de ser jugador en sentido estricto: introduce la utilidad en el ámbito donde esta concepción repugna y le es opuesta. Lo que pierden de vista es algo que nunca vieron: al número como tal le falta lo cualitativo, es una mera cantidad abstracta e ideal. Algunos dirán que se pierde precisamente por perder la conciencia real del dinero. No, se pierde por tenerla demasiado (se llega a delirios muy graciosos) o por no tener ninguna conciencia. Más allá del juego no hay nada. El perfecto perdedor va más allá, excede el límite. Graciosamente no conoce la causa eficiente de las paradojas del azar y el paganismo.
El perfecto perdedor es utilitarista En verdad su móvil es la utilidad potencial de la acumulación y la acumulación exponencial de la utilidad.
__________________ carla
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