Escrito el: 22 de Marzo de  2006 a las 09:01

Hola Papuchi!! ves hoy soy la primera en responder!! Bueno en cuanto a lo de la convicción, yo creo que también me he convencido pero DE NINGUNA FORMA PUEDO ENTRAR EN SITIOS "CON TENTACIONES", me ha pasado y lo paso realmente mal, no se ni donde mirar, me altera, igual que si en un bar hay máquina y no puedo dejar de mirar como juegan................. arggggggg!!!!!!!!!!! que rabia!!!!!!! Así que lo mejor evitarlo, sin obsesionarme, pero como tú EVITARLO. Claro que en mi caso, ya sabes que soy cobarde y solo se lo he contado a mi entorno cercano, no es por el que dirán los demás........ sino por mí.

Escrito el: 22 de Marzo de  2006 a las 09:41

Hola Paco... ayer pensaba en ti y hoy queria mandarte mensaje a ver cómo te iba...

Yo tampoco puedo dejar de mirar las máquinas y me molestan y me incordian... y siempre estan ocupadas por personas que se levantan y piden más y más cambio al camarero......

Un besote a los dos.

Escrito el: 22 de Marzo de  2006 a las 11:41

Yo ya no se si era ludopate o hiperactiva como me dijo Mar ayer,pero actualmente no me afecta nada de lo relacionado con el juego,aparte entro en algun bar y ni las miro, como si no estubiesen y los demas juegos de azar me son indiferentes, es como un mal sueño que hubiese tenido en el pasado y que ahora ya casi no recuerdo, como una experiencia mas que he tenido en mi vida y como tantas otras han sido malas y las e solucionado y hay se han quedado,no se si me entendeis lo que quiero decir, que haveces dudo si yo fuy ludopata o si jugaba por algun motivo que al solucionarse se acavo el juego,pero eso si, sigo sin jugar a nada por que la duda siempre creo que la tendre y como se suele decir mas vale prevenir que curar.

Un abrazo

Escrito el: 22 de Marzo de  2006 a las 12:06

Paco, creo que es muy importante reconocer esos momentos de angustia, porque por ahí es por donde puede volver a empezar todo. Reconociéndolos, se pueden vencer.

Capito hay veces que está nervioso o extremadamente pesimista y niega que sea por ansias de jugar, yo no soy jugadora y no lo se, pero creo que mucho tiene que ver y sería más fácil si lo reconociera.

Muchos sabéis que a él le gusta ir solo de vez en cuando y le cuesta entender que está en pleno tratamiento (ACABAMOS DE EMPEZAR!!!!). A mi no me importa que se tome sus momentos, pero sin dinero, sobre todo cuando hemos discutido y está nervioso, porque por muy seguro que esté, nunca se sabe, y él argumenta que entonces le estoy dejando hacer las cosas a medias (JA!)

Quizá es verdad que no tenga ansiedad por jugar, pero sí por llevar dinero en alguna ocasión puntual (aunque lo niegue)

A ver si solucionamos lo del ordenador y puede leer tus mensajes con detenimiento y se de cuenta, de que esto te pude jugar una mala pasada en cualquier momento y hay que estar alerta.

Un besito

Escrito el: 22 de Marzo de  2006 a las 12:51

yo también tengo malos momentos, Leo.

Me suelen venir los domingos por la tarde, que es cuando se acumula la diferencia de toda la semana, entre lo que hacía y lo que vengo haciendo; así que, por ejemplo, un paseito (sin dinero), un par de cigarrillos dando una vuelta (aún queda "campo" a un minuto de donde vivo), aunque si mi compañera quisiera acompañarme "más meó", lo preferiría. No es encerrarse en uno mismo, ponerse la coraza, es que necesito respirar. Han sido muchos años haciendo lo que "me daba la gana" sin quererlo. Te viene una especie de ansiedad, que se controla con paseitos, un rato de ordenador, una charla sobre temas banales con alguien querido por teléfono o en persona, un rato cocinando y escuchando la radio, un bañito, un ir a comprar pan calentito, un escuchar carnavales, ...

Dices bien en tomarse esos momentos "sin dinero". Que estemos juntos no quiere decir que estemos "adosados" todo el tiempo. Nosotros comprendemos vuestras ganas de control, y vosotros comprenderéis nuestras ganas de "respirar". Todo ello bien hablado y comunicado. no ?

Escrito el: 22 de Marzo de  2006 a las 18:34

Hablado, comunicado? En ello estamos.... Cuesta, pero espero que lo logre.

El problema es que dice, que su forma de relajarse (como lo ha hecho siempre) es yendo a dar una vuelta y cuando le ha apetecido meterse en un bar que había cerca de su casa, pedirse una cervecita y pensar o pedirle al camarero una servilleta y un boli y ponerse a escribir sus pensamientos. Qué me dices???

Intento hacerle entender que tiene que empezar a cambiar sus habitos, y que si antes es eso lo que hacía, que ahora se busque otra cosa y no se cierre en decir que eso es lo único que funciona.

Claro que no quiero estar pegados todo el día, de hecho aunque no salga solo, nos vemos 3 horas al día y vivimos juntos!!! Lo que quiero decir, es que no soy yo quién le ha quitado esa libertad y que igual que él dice que el cambio no puede ser de la noche a la mañana, lo de dejar de ser reservado, tiene que entender que esto tampoco. Todo lleva su tiempo y el día que le vea preparado para ir a tomar algo él solito tranquilamente, lo haré, pero hasta ahora no le he prohibido que se vaya sólo a dar una vuelta y puede escribir sus pensamientos en otros sitios que no sean la barra de un bar, no?

Un cambio de hábitos, en definitiva

Escrito el: 22 de Marzo de  2006 a las 18:46

le podía decir, ya que me preguntas, que escriba en casa, en el ordenata, y cuando se rehabilite, escriba un libro.

Estoy contigo hay que cambiar los hábitos.

Yo también comparto poco tiempo con mi pareja entresemana, pero el finde, es a 24 horas, o casi.

no sé, lo de los bares, cuesta un taco, pero un taco, a mí, más que no llevar dinero, pero salvo el desayuno y algún café por la tarde, para el que esporádica y especialmente pido 90 céntimos y la posibilidad de tomarlo, no entro; es que pasas por delante de los que frecuentabas antes, al salir del trabajo, y es lo mismo: las mismas caras (mejor, caretos, con perdón), los mismos vasos (si no se han roto por accidente o cogorza), las mismas conversaciones (mejor, monólogos), ..., las mismas actitudes, en fin, las mismas pérdidas de tiempo, pérdidas que no se recuperarán, robos a nosotros mismos, y a los nuestros.

Lo que sí me apetece es salir con los míos, y comer o cenar, merendar o compartir un café con ellos, sin tener que fregar un vaso en casa.

Un besillo