la_maza Usuario
Ingresado: 23 de Mayo de 2007 Lugar: Spain Mensajes: 1818
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Escrito el: 22 de Noviembre de 2016 a las 23:17
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¿Qué es la ludopatía? Un trastorno adictivo crónico, por tanto una enfermedad con la que tendremos que convivir para el resto de nuestros días quienes la padecemos.
Suena frustrante ¿verdad?
Vamos a quitarle dramatismo con unas reflexiones
Aceptar y adaptarse a la realidad de padecer una enfermedad crónica
requiere tiempo, pero los jóvenes que están dispuestos a aprender cosas
sobre su enfermedad, a buscar y aceptar el apoyo de los demás y a
participar activamente en el cuidado de su salud generalmente superan
con éxito el proceso de afrontamiento.
La próxima fase del proceso de afrontamiento consiste en aprender cosas
sobre la enfermedad. La mayoría de la gente que tiene que vivir con una
enfermedad crónica descubre que el conocimiento es poder, cuanto más
saben sobre su trastorno, más sienten que controlan la situación y menos
les asusta.
La tercera fase del proceso de afrontamiento de una enfermedad crónica
consiste en tomar las riendas de la situación. En esta etapa, la persona
se siente cómoda con los tratamientos y las herramientas que debe utilizar para llevar una vida
normal.
No existen límites definidos de tiempo para completar el proceso de
afrontamiento, el proceso de hacerse a la idea y aceptar que se padece
una enfermedad crónica es diferente en cada persona, de hecho, la
mayoría de gente comprobará que tiene las emociones a flor de piel en
todas las fases del proceso. Aunque el tratamiento vaya bien, es normal
estar triste o preocupado de vez en cuando. Reconocer esas emociones y
ser consciente de ellas cuando emergen, forma parte del proceso de
afrontamiento.
Muchas personas encuentran un gran apoyo en servicios o personas
concretas especializados en ayudar a afrontar el estrés y las emociones
intensas. A algunas personas les va bien hablar con un psicoterapeuta o
unirse a un grupo de apoyo pensado especialmente para gente que padece
su enfermedad. También es importante que te dejes ayudar por aquellas
personas en quienes confías, como tus mejores amigos y tus familiares.
Lo más importante a la hora de buscar ayuda no es necesariamente
encontrar a alguien que sepa mucho sobre la enfermedad que padeces, sino
a alguien que esté dispuesto a escucharte cuando estés deprimido,
enfadado, frustrado, o simplemente alegre como unas castañuelas.
Identificar tus emociones, aceptarlas como una parte natural del proceso
que estás viviendo y expresarlas o compartirlas de una forma en que te
sientas cómodo te puede ayudar a sentirte mejor con tu situación.
Cuanto más aprendas sobre tu enfermedad, más entenderás el tratamiento
que debes seguir y las emociones que puedes experimentar, y descubrirás
la mejor forma de crear un estilo de vida saludable basado en tus
necesidades individuales.
Muchas personas que padecen enfermedades crónicas están tentadas a
mantenerlo en secreto. De todos modos, a veces intentar ocultar una
enfermedad puede acarrear problemas.
En una etapa donde es natural preocuparse por la imagen, puede
ser muy duro sentirse diferente. Es comprensible que de vez en cuando sientas sencillamente que no puedes más y que estás harto de
tener que vivir con una enfermedad crónica. Incluso aquellos que convivieron bien con su enfermedad
durante tiempo pueden sentir el acuciante deseo de llevar una vida
"normal" sin limitaciones y sin tener que cuidar de sí
mismos de ninguna forma especial. Es una reacción completamente normal. Algunos que han aprendido a controlar su enfermedad se
sienten tan sanos y fuertes que se llegan a cuestionar si necesitan
continuar con el programa de tratamiento. Lamentablemente, dejar de seguir el programa de tratamiento puede tener consecuencias desastrosas. Sólo es cuestión de que te responsabilices y adoptes un papel activo en el cuidado de tu salud.
Cuando una persona tiene que vivir con una enfermedad crónica, a veces
puede resultarle difícil quererse. Pero no hace falta ser perfecto para tener una buena imagen. Tu imagen puede mejorar si te cuidas, sabes valorar tus capacidades y
aceptas tus limitaciones, algo que es cierto para todo el mundo,
padezca o no una enfermedad crónica.
Cuando una persona está cansada de estar enferma, le puede ayudar mucho
expresar su frustración o su tristeza a un oído comprensivo. En momentos
como ésos, es importante que pienses en cómo te pueden ayudar los demás
y que pidas ayuda y expreses qué es lo que te gustaría que hicieran por
ti. Algunas personas descubren que pueden aliviar su sensación de
pérdida tendiendo la mano a otra gente y ofreciéndose a ayudar a otras
personas que necesitan ayuda. Echar una mano a alguien te puede ayudar a
que tus propios problemas te parezcan más fáciles de afrontar.
Adaptarse a vivir con una enfermedad crónica exige tiempo, paciencia,
apoyo y ganas de aprender y de participar en el cuidado de la propia
salud. Las personas que se tienen que enfrentar a retos inesperados a
menudo descubren en ellas una capacidad de adaptación y una resistencia
que antes no imaginaban que pudieran tener. Muchos dicen que aprenden
más sobre sí mismos al tener que enfrentarse a esos retos, y sienten que
crecen como personas y desarrollan la fortaleza interior y la
autoconciencia en mucha mayor medida que si no se hubieran tenido que
enfrentar a tales retos.
Las personas que padecen enfermedades crónicas descubren que cuando
adoptan un papel activo en el cuidado de su salud aprenden a entender y
valorar sus puntos fuertes, y a adaptarse a los débiles como jamás
habían hecho.
No somos viciosos, somos enfermos crónicos capaces de controlar la enfermedad y hacer desaparecer los síntomas si afrontamos el trastorno desde una perspectiva de la aceptación, la ayuda y el conocimiento de la enfermedad y de nosotros mismos.
Después de leer esto ¿os sigue pareciendo tan dramático? A mí no.
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