Escrito el: 20 de Junio de 2006 a las 01:05
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buenas, y bienvenida, arim. Estoy con xavier, que de esto sabe, por su experiencia, por lo que ha vivido en rehabilitación, por sus intentos de salir, de parar esta enfermedad.
yo soy jugador, y mi pareja me "llevó" hasta una asociación hace más de año y medio; allí, sigo y bendito sea el día que se me ocurrió arrastrarme hasta allí. A mí el juego me hizo mucho daño, y era, esto de ir a una asociación, lo último que quería hacer, le tenía "repelús", pero la primera vez que le confesé que tenía ludopatía, le prometí a ella, como tantas veces antes me había promietido a mí mismo, ´me había jurado por vivos y muertos que era laúltima, esa vez le dije que si no podía sólo iba a una "secta" de esas.
Los primeros días que asistí, estaba tan mal, tan deshecho, que no hablaba, pero llegó el momento, asistiendo y sin faltar, que me salió la voz y dije que era jugador y que hoy no había jugado; poco más pude articular, dos, tres o cuatro palabras inconexas y llanto, poco a poco, 24 a 24 horas, fui, fuimos mejorando, y en eso estamos.
También yo quise abandonar uno de esos primeros días, pero, algo, algo de dentro, quizás el compromiso triple (conmigo, con ella, con el grupo), quizás ese malestar, esa falta de autoestima, me arrastraba tres veces por semana a seguir diciendo esas palabras mágicas (soy jugador y hoy no he jugado), a seguir aprendiendo de los compañeros que se sentaban a tu alrededor, a comer de lo que decía el terapeuta, otro jugador que llevaba años sin hacerlo y veía la vida de otra manera, le iba bien, el juego no planeaba sobre su vida ni sobre la de su familia, pertenecía al pasado, no se olvidaba de todo el daño que les había hecho, y yo quería salir como él había salido, en ello estoy, pero seguí asistiendo, hoy necesito sentarme con mis compañeros, jugadores, y con sus familias, codependientes de esta terrible enfermedad, que se puede parar.
buenas noches, el único camino que conozco, tras veinte años jugando, es asistir a una asociación, donde no ponen pañitos calientes, ni vendas fresquitas, pero dónde todo empieza a cambiar para el jugador o la jugadora, y sus familias. Felices sueños.
__________________ Vive y deja vivir
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