Escrito el: 24 de Abril de 2007 a las 20:26
|
|
|
Hola Diela, me gustaría ayudarte en el tema. Por supuesto no te voy a dar ningún consejo, pues no soy quien para hacerlo; pero te voy a decir lo que piensa un ludópata, pues yo lo soy desde hace más de treinta años y creo que tengo suficiente experincia en cómo es la vida de un enfermo mental jugador compulsivo.
A mí no me ha servido la ayuda consistente en darme palmaditas y darme muchos ánimos ni todas esas cosas cariñosas, pues entonces el ludópata, en este caso yo, se crece, pero no para rehabilitarse sino todo lo contrario, por ejemplo llegar a pensar "la tengo en el bote""por mucho que yo siga jugando y más picias haga no me va a abandonar nunca". Y más pensamientos de este tipo que lo que hacían en mi caso era predisponerme a jugar más y así caer cada vez más hondo.
Tampoco me ha servido el caso contrario, cuando se me han puesto a darme voces y amenazarme que si no corto me abandonarán y que me den por donde amargan los pepinos.
¿Sabes lo que me hizo abandonar el juego?
Lo primero, un CONVENCIMIENTO PROPIO.
Lo segundo, una ayuda por parte de mi pareja sin PALMADITAS ni AMENAZAS, sino mucho DIÁLOGO (muchas horas), para REFORZAR mi propio convencimiento.
Lo tercero, cortarme cualquier fuente de financiación: tarjetas, libretas, etc.
Lo cuarto, entre mi pareja y yo analizar detenidamente nuestra situación económica: planificar un orden de pago de deudas, un plan de economía familiar en cuanto a las compras de lo necesario, un plan de ahorro, etc.
Lo quinto, (por donde me ando ahora, después de 35 días SIN JUEGO) comenzar una vida de calidad y valores.
Se acabó MENTIR, se acabó DERROCHAR, se acabó MALTRATAR psicológicamente a mi mujer. Se acabó el JUEGO PARA SIEMPRE.
¿Quién me iba a decir a mí que ahora esté viviendo una luna de miel, cuando mi matrimonio estaba a punto de romperse?
¿Quién me iba a decir a mí que ahora tenga una paz interior, cuando muchas veces pasó por mi mente la idea del suicidio?
¿Quién me iba a decir a mí que ahora no me apetezca jugar a nada, ni siquiera a la primitiva, cuando antes no he podido en más de treinta años dejar de jugar ni un solo día?
Y tú me diras: ¿para qué me cuentas todo esto a mí, si yo no soy ludópata? Te lo cuento para que se lo des a leer a él, pues a veces las experiencias de otros compañeros ayudan a reflexionar, y quizá a encender la chispa que da paso al principal factor EL CONVENCIMIENTO PROPIO.
Las asociaciones ayudan, los familiares ayudan, los profesionales ayudan, tomar medidas preventivas palían o detienen los efectos destructores de la ludopatía, pero son solamente CONDIMENTOS de un buen guiso. El ingrediente principal está en las manos del JUGADOR y se llama "AUTOCONVENCIMIENTO".
Espero haberte ayudado comentándote lo que yo, ludópata, siento, y por ende tu pareja, ludópata, no se diferenciará mucho de mi en cuanto a su forma de pensar en relación con el juego y sus consecuencias.
¡Ójala!, como dices, un día puedas escribirnos para decir que te sientes feliz.
Un saludo:
alonso
__________________ Podemos y debemos salir del infierno.
|