Escrito el: 11 de Julio de 2007 a las 18:48
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Pase lo que pase en vuestras vidas, no juguéis.
La vida de todo el mundo está llena de problemas que van surgiendo uno tras otro. Tratad de solucionar los problemas que estén a vuestro alcance, pero no juguéis. No es la solución. Si la resolución a dichos problemas no depende de vosotros, no desesperéis. Tened serenidad para afrontarlos; pero no juguéis. Agravará aún más la situación si lo hacéis.
Pase lo que pase en vuestras vidas, no juguéis.
Si en alguna ocasión os véis tentados a jugar, salid inmediatamente del local donde os encontréis. Dad un paseo y reflexionad. Acordaos del mal que os puede causar entrar otra vez en dinámica de juego. Pensad que lo importante es aprender a vivir sin juego y sin pensar en él.
Pase lo que pase en vuestras vidas, no juguéis.
No os importen las deudas contraídas ni el futuro pago de éstas. Todo se solucionará con el tiempo si no jugáis. El tiempo cura todas las heridas cuando se tratan bien, incluso las heridas económicas por muy grandes que sean.
Pase lo que pase en vuestras vidas, no juguéis.
Familiares de ludópatas, no permitid que éstos jueguen. Haced lo posible para evitarlo. Controladles todo lo referente a la economía. No tarjetas, no dinero en efectivo, no situaciones de riesgo. Acompañadles siempre que podáis cuando salgan de casa. Cuando no sea así, controladles los horarios. Tener siempre un teléfono de contacto, para llamarles vosotros cuando sospechéis algo y para que os llamen ellos cuando necesiten ayuda.
Pase lo que pase en vuestras vidas, no dejéis que jueguen.
Mancomunad las cuentas cuando sea posible para que no puedan retirar dinero sin vuestra firma, a la vez que ellos no se sientan indefensos y con temor a quedarse sin nada.
Pase lo que pase en vuestras vidas, no dejéis que jueguen.
Tratadles como enfermos que son. Ayudadles llevándoles a donde haga falta para atajar la enfermedad, como lo hariáis si se tratara de una enfermedad física. Aprended vosotros también sobre la enfermedad para poder afrontarla con mayores garantías de éxito.
Pase lo que pase en vuestras vidas, no dejéis que jueguen.
Cuidaros vosotros también mucho. Sois tan importantes como ellos, ni más ni menos. No dejéis que la enfermedad de vuestro familiar os haga enfermar a vosotros, eso no es bueno ni para vosotros ni para él.
Pase lo que pase en vuestras vidas, no dejéis que jueguen.
Os deseo a todos, enfermos y familiares una vida llena de dicha.
Se puede.
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