Escrito el: 01 de Oc tubre de 2009 a las 11:19
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" NO LLEVES NUNCA A CUESTAS MAS DE UN TIPO DE PROBLEMAS A LA VEZ. HAY QUIENES CARGAN CON TRES: LOS QUE TUVIERON, LOSQUE AHORA TIENEN Y LOS QUE ESPERAN TENER" " QUIEN ANDA CON SUAVIDAD LLEGA LEJOS" dice el proverbio chino. Y la idea que nis sugiere es que para andar comodos por el camino de la vida es conveniente que no dejemos entrar demasiadas piedras en nuestros zapatos, que no vivamos como dificil ó imposible el hecho de detenernos y librarnos de ellas, y que nuestro calzado sea facil de quitar y poner. Y es que a menudo, en el camino de nuestra existencia, se nos cuelan piedras en los zapatos cuya presencia es sumamente incomoda y dificultan la experiencia de una buena vida porque dañan el calzado y el calcetin existencial, y pueden llegar a lesionar gravemente nuestra piel animica. Lo razonable, una vez se nos ha colado la piedrecilla, es detenerse y librarse de ella. Pero aunque resulte paradojico, a veces preferimos encajarla entre los dedos ó hacerle un rincon en algun lugar del zapato antes que detenernos, sentarnos ó apoyarnos en la pared para descalzarnos y volver a dejar a nuestra molesta unquilina en el camino del cual procede. Los motivos de preferir llevar la china con nosotros pueden tener que ver con la inercia, con la prisa, la verguenza: " ¿que dira la gente si ahora me pongo aqui en medio a descalzarme?" ó a la pereza: "total dentro de un rato llego a casa y me lo quito". Asi, la pequeña tortura puede llegar a convertirse en una ocupante que nos acompañe un buen trecho hasta quien sabe donde. Pero llegados a este punto y una vez hemos decidido que la piedra se quede con nosotros, la relacion de amor-odio puede dar mucho de si. Por ejemplo, podemos optar por responder a aquelque nos pregunte la causa de nuestra muecas ó extraños andares, que tenemos una piedra incomodisima en el zapato desde hace un buen rato y que es francamente dolorosa, pero que no hemos encontrado aun la manera, el momento, ni el lugar, de quitarnosla de encima. Quizas si nos interpelan y nos preguntan porque no nos libramos de ella de una vez y en un simple gesto, argumentaremos que en el fondo no hay para tanto, que " ¿ a quien no se le cuela alguna vez una piedra en el zapato? ", ó que al fin y al cabo no solo te acabas acostumbrado al dolor, sini que, mira por donde, este incluso te da un cierto placer y le acabas cogiendo cariño a la china. En cualquier caso, la cantidad de atgumentos esgrimibles es ilimitada y depende de la imaginacion del propietario del zapato ocupado. Esto se nos antoja sumamente apropido para reflexionar sobre aquello que aveces llevamos a cuestas y que nos complica un transito liviano, amable y en paz por la existencia. UN SALUDO TODO PROBLEMA TIENE SOLUCION
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