Paubcn Usuario
Ingresado: 11 de Diciembre de 2009 Lugar: Spain Mensajes: 19
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Escrito el: 24 de Diciembre de 2009 a las 14:55
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Me gustaría saber si en el foro hay algun psiquiatra para hacerle una interconsulta relativa a esta patología:
Necesito conocer tratamiento y demás consejos farmacológicos.
Gracias de antemano.
El
comportamiento autodestructivo (CADI)
Para quienes no sepan lo que es os copio esto:
Introducción
El
comportamiento autodestructivo (CADI) pasa desapercibido,
frecuentemente negado, menospreciado o deformado tanto por el sujeto
que lo realiza como por la gente que lo rodea. La diferencia entre
comportamiento autodestructivo directo e indirecto es que el directo es
consciente e intencionalmente autodestructivo, mientras que el
indirecto no. El CADI se puede considerar como un suicidio lento,
inconsciente y a largo plazo siempre y cuando las conductas se repitan
y tienda a aumentar la intensidad con las que se presentan.
El Comportamiento Autodestructivo Indirecto
Freud
(1920) declaró que ningún hombre es capaz de imaginar su propia muerte
porque no puede integrar su no existencia a través de sus fantasías de
inmortalidad. El aparato anímico funciona bajo el principio de
constancia; definido por Breuer y Freud en sus Estudios sobre la
Histeria como: “La tendencia a mantener constante la excitación
intracerebral” (Breuer, 1985 en Freud, 1920 p 15); esto es la búsqueda
del equilibrio de energía. Se introduce el concepto de instinto de
muerte como una pulsión biológica que lo empuja a retornar a lo
inorgánico, “…deriva una pulsión de la necesidad de restablecer un
estado anterior” (Freud, 1920/1955 p. 56) o bien “el organismo
reacciona ante toda perturbación con la tentativa de recuperar el
status quo” (Segal, 1984. en Widlöcher, 1991 p.35).
La
compulsión a la repetición es la manifestación de la pulsión de muerte,
es un intento de regresar a un estado previo para mantener la
constancia. La pulsión de muerte opera casi siempre de manera
silenciosa por lo que es difícil observar sus manifestaciones en estado
puro, solamente podrán ser percibidas cuando se fusionan con la libido.
Segal (1984 en Widlöcher, 1991) propone que el principio de Nirvana es
una idealización de la muerte y de la pulsión de muerte, afín a la de
una fusión con el objeto, como en el sentimiento oceánico.
Reckhardt
(1984 en Widlöcher, 1991) afirma que el equipamiento primario de
preservación de sí del organismo incluye algunas funciones de repliegue
y desplazamiento. En consecuencia, las primeras derivaciones de la
pulsión de muerte se manifiestan por la indiferencia y la destrucción.
El instinto de muerte se manifiesta en suicidio encubierto y
comportamiento autodestructivo. Anteriormente se consideraba a una
persona suicida si hablaba de suicidio, lo intentaba o tenía éxito,
pero estudios posteriores indicaron que había más factores
interactuando como el comportamiento, el tiempo, la intención y la
actividad. También se introdujo el concepto de tendencias suicidas
inconscientes porque el sujeto parecía no darse cuenta o negar que sus
acciones tenían el propósito de dañarse.
Durkheim
(1999) se refiere al suicidio como todo caso de muerte que resulte,
directa o indirectamente, de un acto, positivo o negativo, realizado
por la víctima misma, sabiendo ella que debía producir este resultado.
En la definición anterior, es importante resaltar que el suicida está
consciente de su acto y las consecuencias de este.
Litman
(1983; en Farberow, 1984) explica que la diferencia entre
comportamiento autodestructivo directo e indirecto es la meta
consciente de la conducta. Si la meta principal es dañarse a sí mismo,
el término conducta autodestructiva es correcto y el suicidio es su
forma extrema. En el comportamiento autodestructivo indirecto el
dañarse a sí mismo no es la meta principal, sino un efecto indeseado e
incluye errores relativamente insignificantes, auto-castigo y pequeños
riesgos que sumados aumentan la posibilidad de lesiones serias y la
muerte. De esta manera, comienza a fallar la prueba de realidad y se
activan esquemas de acción narcisistas.
CADI, es una
forma de vida, un rasgo de carácter repetitivo, un hábito. Se presenta
lentamente, de forma inconsciente y las consecuencias se manifiestan a
largo plazo. Es una manera de evitar el dolor. Es un intento de
mantener el control y la predicción; locus de control interno contra
externo. Individuos con poca capacidad de introspección explicarían las
consecuencias como productos de la suerte, el destino o víctimas del
ambiente. El daño se produce poco a poco cada vez que se presenta la
conducta como en el consumo de tabaco, alcohol y drogas, alteraciones
del cuerpo (tatuajes, piercings, etc.), trastornos de la alimentación
(obesidad, anorexia y bulimia) y relaciones sexuales de alto riesgo. El
daño es potencial por la repetición de la conducta y el aumento del
riesgo. Se presenta en: apuestas, actos delictivos leves, accidentes y
deportes de alto riesgo. Farberow (1984) considera que aquellas
personas que presentan una o más de las conductas descritas
anteriormente, de manera repetitiva, tienen en común los siguientes
rasgos: El razonamiento tiende a ser hueco y superficial; Su
comportamiento autodestructivo no se presenta en condiciones de estrés,
La motivación es dirigida a la obtención de placer y las acciones se
dirigen hacia sí mismo; Pueden mantener su comportamiento por su fuerte
capacidad de negación; Tienen poca capacidad para visualizarse a largo
plazo, se muestran intolerantes a los retrasos y los compromisos
pospuestos; Son incapaces de explicar su conducta y ésta siempre parece
ser impulsiva y difícil de entender, pero la justifica el placer mismo
que produce la actividad. Mantienen relaciones inestables ya que la
principal preocupación es la persona misma y no el otro.
Casillas
y Clark (2002) investigaron a individuos con alta dependencia e
impulsividad y con una tendencia a conductas autodestructivas para
después correlacionarlo con la personalidad tipo “B” la cual consiste
en una combinación de rasgos de la personalidad antisocial, limítrofe,
histriónica y narcisista. La combinación de las tres coincide con las
características de personalidad señaladas por Farberow (1984).Por otra
parte, El DSM IV (1994) señala algunas conductas de la personalidad
tipo “B“que son similares a las propuestas por Farberow.
Retomando
a los autores antes citados se puede decir que las personas que
presentan Conductas Autodestructivas Indirectas presentan las
siguientes características de personalidad:
Búsqueda de placer inmediato y poca tolerancia a la frustración:
- Tendencia a la negación
- Angustia de pérdida del objeto
- Omnipotencia
- Falta da planeación a largo plazo
- Necesidad de estimulación constante
- Relaciones interpersonales superficiales
- Fuerte sentimiento de individualismo
Conclusiones:
El
CADI es difícil de observar en una sola conducta, además de esto, cada
persona lo expresa de una manera distinta y por eso es tan complicado
de medir. Es el cúmulo de éstas y su tendencia a la repetición, lo que
lo convierte en un factor importante de riesgo para el individuo que
puede llevarlo a la muerte.
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