Escrito el: 22 de Noviembre de 2011 a las 20:07

Hay muchas razones, por las cuales una persona no dice gratuitamente que está sola frente a su problema. Lo he dicho desde que entré en éste foro, y me lo ha vuelto a recordar el post que ha colgado Tragaperras, en relación a su amiga.

Basándome en la lectura de muchos comentarios de algunos compañeros, así como el hecho de no poder llevar a cabo la completa aplicación de las medidas preventivas, he reflexionado sobre algunas posturas mías frente a éste problema, que me llevan a intentar explicar una situación, que por otra parte, veo que es más habitual de lo que nos creemos.

Jamás podré entender los pensamientos que llevan a algunas personas a dar algo por válido, sin pararse a cuestionar ni por un momento, los verdaderos sentimientos de aquellos a quienes “adjudican” una hiper-fortaleza. No podría explicar cómo se llega a esa situación, pero sí sé de donde parte el problema en muchas ocasiones.

Disculparme si en algo me repito, o si alguien cree observar prepotencia en mis palabras, pero es lo que hay. Porque aunque en mi vida sólo importe el presente y el futuro, mi pasado es mío, y no lo puedo cambiar.

Ya he contado muchas cosas de mi vida, quizás hasta demasiadas, y puede que haya sido únicamente por el esfuerzo de tratar de explicar por qué a veces la vida nos transforma.

Obligada por las circunstancias, me ví inmersa en una situación muy dura para mi edad. Ya dije que mi padre murió súbitamente con 43 años, cuando yo, la mayor, contaba 16. Mi padre era constructor, y tenía varias obras empezadas. Una de ellas, la iban a acabar en breve. Aquel maldito sábado que murió, desaparecieron todos los documentos relativos a todo el dineral que le adeudaban. Era un hombre en exceso confiado. Nadie nos pagó ni un duro, y hubo que pagar los materiales, además de 2 años de piso que quedaban.

Con una madre totalmente hundida, y una hermana pequeña con tan sólo 11 años, a la que en un principio, tratamos de mantener al margen, mi hermano y yo tuvimos que hacer frente a todo lo inimaginable, y dar “la cara” durante muchos años, hasta poder salir algo a flote. Éramos 2 críos, y los “lobos” no paraban de acecharnos. Íbamos y hablábamos con los acreedores, negociamos con los bancos, trabajamos y trabajamos…….

Resumiré diciendo que me acostumbré a que nada fuera un problema, porque siempre existe una solución. Pero también a saber que sin luchar, nadie regala nada. Esto fue en aumento con los años, lo que siempre me vino bien para los trabajos, en los que siempre estuve fija. Supongo que porque mi actitud resolutiva se veía a “simple vista”. Así siempre me dejaban “los marrones”, para que los solucionase yo. Y prácticamente siempre se solucionaban. Por supuesto, eso era extensivo a mi vida privada. Yo era de dar soluciones, no de agrandar inútilmente los problemas. Mi imagen fue durante años, la de una mujer con una fortaleza inquebrantable, aunque por las noches, y a solas, me podía tirar horas llorando para desahogarme por el dolor acumulado. Pero nunca nadie me vió, ni lo supo.

Primero con la notificación de mi enfermedad, seguido del problema con el juego (amén de lo demás, que coincidió en tiempo), empecé a mostrar mi lado más vulnerable, nunca expuesto. Y ahí vino la sorpresa. Amistades (o lo que yo pensé que eran) de muchísimos años, acostumbrados a verme siempre bien, siempre fuerte, siempre dispuesta, no acabaron de aceptar que yo también podía deprimirme, llorar, necesitar de otras personas. No debe resultar cómodo ayudar a quien siempre tenía una opción A y B para todo. Y por supuesto, nadie da opciones sencillamente porque no las tienen, en el mejor de los casos. Porque en el peor, “lo mío” ha sido como cometer un crimen. ¿Cómo si no se va a explicar que alguien como yo, haya caído en algo como “esto”? (ya sabéis, el pensamiento de “esto” como vicio).

Esto por supuesto, es extensible a la familia. No puedo mostrarme débil delante de mi madre, sencillamente porque se hunde. Mi hermano tiene su familia, mi hermana vive fuera, así que yo soy la que la ve todos los días.

El verme como me ha visto estos meses, ha sido algo nuevo para ella, y ha sufrido tal shock que en estos meses ha contraído un grave problema cardíaco. Sobra decir, que he rebuscado en el baúl de los disfraces, y me he vuelto a poner el de Super- P., para mitigar los efectos que esto ha traído.

Resumiendo: ¿quién me va a llevar las cuentas?, ¿quién va a administrar mi dinero?.

Pues eso, que no es que tenga que ser yo, luego yo y después yo, sino que realmente, soy yo, luego yo, y después yo, quién gano, administro y manejo mi dinero, quién he organizado mis pagos, etc, etc. Es decir, soy yo sola la que debe realizar un ejercicio de auténtica fuerza de voluntad, y controlarme los gastos.

Todo esto lo he contado, porque puede resultar desalentador para alguien, el que se diga continuamente que estando sólo no se sale. Espero, por mi bien, que eso no sea cierto. Ya han sido demasiado desagradables todos los “accesorios periféricos” que “adornaban” mi problema.

Salu2.

Escrito el: 22 de Noviembre de 2011 a las 21:05

Alternova, ya te lo ha dicho compañera AlfonsoM mejor que nadie. Una cosa es buscar todas las maneras posibles y por haber para la aplicacion de las medidas preventivas y con una gran dote si sinceridad y honestidad consigo mismo ver que hay que manejar parte o todo de nuestro dinero por no haber otro medio y otra cosa es tomar esto como sistema para salir de la ludopatia basado en la mentira, el orgullo, el yo me lo gano yo me lo gasto, el machismo y muchas cosas feas mas que se cuecen detras de muchas declaraciones.

Yo ya lo he contado muchas veces tengo una recuperacion muy a mi medida. Pero lo que si es verdad es que desde va a hacer 18 meses nunca, osea nunca, se me ha pasado por la cabeza el mas minimo deseo de jugar. Y esto despues de 25 años de desesperacion es que algo he cambiado el mi forma de pensar y actuar. ¿ vamos digo yo?

Cuando yo empece a recuperarme estaba solo, solo me quedaba una psicologa, un asistente social y una psiquiatra. Llevaba dos años divorciado y no veia a mis hijos. Estaba de baja pero ya me habian echado de la empresa, me duraba hasta entonces el dinero tres dias al mes. Mi primera custodia fue la caja de la clinica donde me ingrese. Decidi no pensar durante un mes en dinero, no podia ser peor. Al mes sali, la psiquiatra habia acordado que vinieran a salir conmigo mis hijos saque dinero, compre algunas cosas que necesitaba y les di 500 euros de su manuntencion. Durante los dos siguientes meses decidi darles todo lo que me sobraba, les debia mucho dinero y para cobrar otros que cobrasen ellos. El dinero dejo de preocuparme, con mi tabaco y 65 centimos de euro para un cafe me sobraba. Mas tarde, cuando se fue viendo el tema de mi bipolaridad, mi ex y yo decidimos que quiza podriamos probar de nuevo. No era momento de venir aqui con limitaciones de ir a grupos, de acompañarme, de no poder ir a la compra, de no poder ir al banco.... habia que dejar de dar problemas, ya habia llenado el saco. Y hay me veis iendo a sacar mi nomina al pueblo de al lado y volviendo, yo solito, sin llamadas de nadie, pero claro gilipollas no soy, por si las moscas no paraba a tomar un cafe.

Y hoy en dia. Ya lo he dicho muchas veces, llevo lo justo, a mi con mas de 3 euros no me hace falta nada y cuando cojo para mi cojo unos 10 0 20. Por cierto, se siempre donde hay dinero en casa y suelo darle a mi hija mayor cuando me pide, de que serviria esconderlo si cuando asi fue siempre lo encontre.

Ahora repito me siento totalmente honesto conmigo mismo y yo no he vuelto a tener la mas minima idea de jugar.

Enhorabuena compañera, yo te veo muy bien. Yo noto mas que la fuerza de voluntad, la buena voluntad y la predisposicion.

Pda: Miedo me da se agarren a mi testimonio todos aquellos que no quieran hacer las cosas bien. No por mi, si no por ellos.

Un saludo a tod@s.

Escrito el: 22 de Noviembre de 2011 a las 21:27

Pues peor será para ellos, Eclipse, porque lo dices muy claro y expresas perfectamente.

Creo que ya es hora de comentarte algo personal. De todas las historias que he leído, a pesar del dolor que encierran todas y cada una de ellas, siempre me llamó la atención la tuya. ¿Que por qué?. A ver si te lo puedo explicar. Llevabas toda tu vida, sumido en varias adicciones, casi sin más conocimiento que el tipo de vida que hasta entonces habías llevado. Fuiste capaz, no solo de alejarte del juego, sino de esas otras adicciones, y tener la suficiente humildad como para querer que te ayudasen a reconocer un problema, que era muy difícil de ver, porque supongo que por lo que cuentas, casi no existía un "antes", lo que dificultaba enormemente las ganas de "restablecerse". Si todos sabemos lo difícil que es dejar una adicción, casi no puedo imaginarme de donde rayos sacaste esa fortaleza, para salir de donde estabas, que era más abajo del fondo: los mismos infiernos. Por ello desde el principio tienes mi absoluta admiración. Muchas gracias una vez más por tus palabras.

Y gracias también a tí, Alfonso, que me has hecho apreciar la sutil pero definitiva diferencia existente que, hasta el momento, se me escapaba entre "tener que hacerlo sóla", y "querer hacerlo sóla". Es cierto, sería de nuevo mentir para "tapar" nuestras vergüenzas.

Besos a tod@s

Escrito el: 22 de Noviembre de 2011 a las 21:55

Alternova, gracias por los elogios, pero no soy mas que un tipo raro que por si mismo o por las circunstancias ha aprobechado mucho menos su vida de lo que tenia que haberlo hecho. Pero " Hasta el rabo todo es toro." Y " Una hora de vida, es vida." El futuro no esta escrito y yo tengo muchos planes. Mi pasion por la pintura va bien, voy por mi cuarto cuadro, y es posible que en las proximas convocatorias de aceso a la universidad a mayores de 45 tacos me presente. Ademas cultivo la jardineria, la lectura compulsiva, el bricolaje, la educacion infantil y alguna cosa mas... Soy una mezcla entre ama de casa y artista renacentista muy mia, ja, ja, ja.

¿ De donde saque fuerzas ? Como tu desde muy pequeño tube que desempeñar papales por encima de mi edad. Una bipolaridad siempre en el lado hipomaniaco ayuda mucho para afrontar la vida, ja, ja ,ja.

Y yo usaba muchas "muletas". Lo que pasa es que esas muletas se convierten, en el tema de las adicciones, pronto en "sillas de ruedas" Siempre me he " crecido en el castigo "como los toros bravos y tambien aunque mis padres estaban muy mal los dos, por ser alcoholicos ambos los pobres, el vivir el el barrio de Retiro, ir a un cole de "postin" como " La SAFA ", trabajar pronto, ser una persona de mundo y a la vez con muchas preguntas interiores y sobretodo ( Que no me oiga ella ) haber tenido desde hace 27 años una pareja de la que me he separado, con papeles dos veces y una divorciado y aun vivimos juntos, ha hecho que cual ave fenix siempre resurjo de mis cenizas. Aqui cuando digo que no soy creyente, mi pareja y mi hija insisten en que si alguien deveria serlo por "demostracion" ese alguien deveria ser yo.

Un saludo a tod@s. 

Escrito el: 23 de Noviembre de 2011 a las 18:28

Pero lo que si es verdad es que desde va a hacer 18 meses nunca, osea nunca, se me ha pasado por la cabeza el mas minimo deseo de jugar.

  che  eclipse me podes decir como haces para no tener deseos de jugar. como haces.que pasa en ese momento  por tu cabeza ,que te decis a vos mismo para no tener  ganas  de jugar.

yo creo que alli esta la cuestion de nuestro problemas,no podemos detener las ganas de jugar.-

Escrito el: 24 de Noviembre de 2011 a las 01:10

Sentirse a salvo, estar acompañado y tener conciencia de ello es fundamental para soportar la soledad física. Sin embargo, cuando estamos asistiendo a un hecho ineludible en nuestra sociedad que es  la atomización de los individuos  ello desemboca, con mucha frecuencia, en la experiencia de la soledad obligada, de la soledad forzada. Esta es la soledad de tantos ancianos que viven solos en un decrépito hogar. Esta es la soledad del huérfano. Esta es la soledad de la viuda. Esta es la soledad del indigente que duerme en la calle. Esta es la soledad del jugador patológico en activo.

Cuando el ser humano sufre dolor o una enfermedad, siente con un deseo imperioso la afectividad del prójimo, siente la necesidad de desarrollar su mundo afectivo. Es precisamente entonces cuando la experiencia de la soledad obligada, la experiencia del abandono es particularmente negativa y tiene efectos muy graves en el estado anímico del enfermo.

El ludópata necesita sentirse que no es abandonado ni por los sanitarios ni por su familia y amigos.

Lo esencial en el proceso de acompañar es no dejar solo a quien no desea estar solo. Hemos de respetar su soledad buscada y hemos de eliminar su soledad obligada.