Escrito el: 06 de Enero de 2013 a las 13:21

La verdad es que me da vergüenza hablar de este problema, ya que no es la 1ª vez que he creado un tema en esta gran web.

Llevo unos 8 años jugando, tengo 27 años, he ido al medico a hacer terapia de grupo, aprendi algunas tecnicas teoricas, a la practica no siempre salen. Gracias a dios de momento tengo un trabajo y me gano bien la vida, pero todos mis esfuerzos que utilizo para ganarme la vida, se van por el juego, no tengo un duro, y encima estoy endeudado, he dejado de hacer pagos que deberia de haber hecho, y es que cuando cojo una buena temporada y estoy apunto de saldar deudas, me vuelvo a liar. Es deprimente llevar 9 años trabajando y estar endeudado.

Es bueno mirar las cosas desde una perspectiva positiva, pero que hay de positivo en esto?

Tengo miedo, porque no quiero tener cierta edad y seguir jugando, he dicho 1300 veces que voy a dejar de jugar, y quien me dice que esta vez va a ser la de verdad.

Escrito el: 06 de Enero de 2013 a las 19:29

Algún compañero, como chico 2, se ha quedado sin ver sus preguntas respondidas cuando ha intentado ayudarte;

¿Y tu novia que a dicho?¿Está de acuerdo con esas medidas?
¿Conoce ella este foro?¿Sabe ella de lo que le estás
hablando?.

Para empezar una terapia de verdad lo primero que hay que hacer es un diagnóstico diferencial (por lo menos), si no es así a lo sumo lo que hacéis ayuda, counseling, coaching...  Incluso haciendo un diagnóstico y con control psicológico, el papel de quien os hará el control del dinero y la relación amorosa y de respeto que mantengáis, facilitará o dificultará la rehabilitación del trastorno.

Por eso el planteamiento que se ha hecho siempre en este foro es de actuar integradamente, con el familiar, mientras se pueda.

Ahora bien, si no conseguís ser abiertos y sinceros, toda la perspectiva positiva que adoptéis os confundirá, puede que a largo plazo, pero os confundirá. Leed las medidas preventivas y los consejos a jugadores y familiares para empezar, así no os perdéis tanto en lo que cada uno quiere y os centráis en lo que debe hacer, que nunca es fácil, aunque se pueda hacer fácil.