Escrito el: 11 de Abril de 2013 a las 23:25

La comprensión de l@s demás es lo 2º que pierde un jugador, después del dinero. Pero es lo más lógico que suceda; nadie tenemos una capacidad infinita de aguante, y ten en cuenta que la madre de esos niños, habrá ido acumulando decepción trás decepción a lo largo de los años. La pérdida de los ahorros de los hijos, posiblemente sólo sea la punta del iceberg, porque estar en lucha contínua con alguien que no quiere reconocer el grave problema que tiene, debe ser absolutamente extenuante.

Esa mujer habrá tenido que hacer "malabarismos" para llegar a fin de mes; habrá tenido que dar la cara en bancos, financieras, amig@s de préstamos, y a saber de qué más. Habrá luchado durante los primeros años por esconder el problema a su familia, más que nada por una vergüenza de reconocer que su pareja es incapaz de pensar en ella y sus hijos. ¿Que más se le puede pedir, si ni rabia puede sentir ya?. Seguro que ha hecho lo imposible porque sus hijos no se enteren de los "descalabros" de su padre. Pero todo tiene un límite, y cuando llegamos a él, puede que se haya pagado un precio demasiado elevado.

El problema está en él, porque el problema ES ÉL. Jugador-M ya te lo ha detallado perfectamente: no se puede hacer nada, mientras él no reconozca que tiene un problema, y una vez esto suceda, quiera y desee pedir ayuda para curarse.

Es muy triste, pero es así. ¿Lo peor de todo?, pues por supuesto la situación de esos niños, que no "eligieron" quienes debían ser sus padres, porque al fin y al cabo, la madre tuvo libre opción de elección.

Azarzero, ojalá todo se consiga arreglar, y ya que has demostrado un verdadero interés por la situación y futuro de esos niños, dentro de la limitada ayuda que pueda ofrecer el profesorado, no les pierdas de vista, y empatiza con su situación. Necesitan más atención y comprensión (esa a la que me refiero al principio) que el resto.

Saludos.

Escrito el: 12 de Abril de 2013 a las 23:54

Azarzero, la compasión en muchos de los casos, prima por su ausencia, y la comprensión del entorno, es aquello que se reduce a lo que el destino reserva a un@s cuant@s afortunad@s.

Respecto a la "rehabilitación positiva", nada tampoco es "indispensable", aunque sí necesario, porque nadie tenemos las mismas circunstancias personales, y por tanto, a veces no se "puede" hacer todo lo que se "debe" hacer, así sólo nos queda invertir toda nuestra fuerza, para subsanar las carencias que cada cual tenemos.

Tod@ jugador/ a hemos pasado por el purgatorio, y es cuando salimos de ese inhóspito lugar, cuando realmente nos empezamos a perdonar, comprendiendo que sólo siendo condescendientes con nosotr@s, podremos volver a querernos, y así "perdonarnos", aunque sinceramente no me gusta para nada este verbo, pues parece denotar la ejecución del más terrible de los crímenes. A veces, a l@s únic@s que hemos hecho daño, ha sido a nosotr@s mism@s, y cuando no ha sido ese el caso (recuerda Azarzero que no se puede generalizar sobre las situaciones), resulta más que evidente que el perdón del entorno no rehace una vida, porque ese perdón no implica el olvido, y éste es absolutamente imposible de anular.

Es muy difícil, y puede que casi imposible, reconstruir una casa cuando se ha quemado, y los daños han sido demoledores. En otras ocasiones, pueden quedar unos cimientos lo suficientemente sólidos, como para iniciar una nueva "obra". Pero sea cual sea el caso, siempre quedará abierta la posibilidad de poder optar por conseguir una nueva vida, llena de luz, de nuevas sensaciones, de nuevos proyectos, y ¿por qué no?, con nuevas personas.

Por último decirte que es bastante sorprendente que tú, un completo desconocido como dices, demuestre la comprensión y empatía que muchísimas veces no han tenido las personas más cercanas con muchos de nosotr@s (incluso cuando el detonante hayan sido los efectos secundarios por la ingesta de medicación para tratar otra enfermedad). Pero tampoco debes olvidar, que esto resulta más fácil, cuando no has sido tú una de las personas directas afectadas por el drama vivido dentro del hogar de un/a ludópata.

Un saludo.