Escrito el: 01 de Mayo de 2013 a las 14:18
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Hola Lokura:
He estado un buen rato echando un vistazo a los temas abiertos por tí en el foro, para poder hacerme una "composición" de tu historia, y la verdad es que me he quedado bastante sorprendida, por decirlo de algún modo.
Prácticamente siempre, esperas que sea el foro quien te solucione un problema, que pareces no comprender que es sólo responsabilidad tuya. TODOS estamos para apoyarnos, ayudarnos, contar nuestros avances o las dificultades por recaídas, pero de ahí a esperar "milagros", hay una grandísima diferencia.
Eres recurrente en manifestar tu creencia en Dios, lo que podrías utilizar como apoyo emocional para poder soportar esos momentos de bajón que dices tener. En cambio, parece que esperas "su aparición" para que te coja de la mano y te haga salir de un casino. Las cosas no son así Lokura: Dios sólo ayuda a quien se quiere ayudar. En tu fé deberías encontrar toda esa fuerza que necesitas, pero siendo consecuente contigo misma, y esforzándote en comprender las "señales" para reorientar tu vida.
Cada un@ debemos asumir nuestros errores, e intentar solucionarlos, sin falsas culpabilizaciones o acusaciones, y creéme que sé de lo que hablo, ya que llevo algo más de 2 años recibiendo diariamente (y no es ninguna exageración) mensajes de alguien que se empeña en descargar sus culpas sobre mí, por su afición al bingo. De locos.
Ya sabes los pasos, ya sabes las medidas a tomar, ya sabes que estimulaciones debes evitar... ¡pero sólo depende de tí moverte y empezar a trabajarte a tí misma!. Apóyate en lo que puedas (sea Dios o lo que sea), y asume de una vez por todas, que NADIE te solucionará tu grave problema de adicción al juego, excepto tú misma, aunque lógicamente necesitarás ayuda "física", es decir, "terrenal" (que conste que yo también soy creyente, aunque no practicante).
Repito: estamos para apoyarnos y ayudarnos, pero deberías recordar que TOD@S compartimos la misma lucha, y ponemos todo nuestro empeño diario por mantenernos alejad@s del juego. Pero la fuerza la debemos poner cada un@, porque nadie va a venir a nuestras casas a llamar a la puerta, a decirnos que nuestras deudas están pagadas, y de paso, que no volveremos a sentir deseos de jugar. Necesitamos voluntad, humildad, y muchísima fuerza.
Saludos.
Editado por alternova - 01 de Mayo de 2013 a las 14:21
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