Escrito el: 20 de Marzo de  2006 a las 22:50

 Hola a todos/as:

 Quiero aprovechar la oportinidad que me ofrece este foro para agradecer a todas/os esposas/maridos,novios/as,parejas y en general a todos aquellos que nos ayudan a alejarnos un poco cada día de las tentaciones.

 Mucas veces no los entendemos o no queremos entenderlos cuando nos piden esplicaciones de lo que hacemos,nos controlan todos nuestros movimientos,en definiva pensamos: "me putea", pero: cuando hacen esto lo hacen por nosotros porque ¿cuanto tiempo he estado PUTEANDO yo a estas personas?,¿cuantas veces les he mentido y he creido que les he engañado?,¿cuantas veces no he cumplido mis obligaciones para con ellos?, podria estar haciendome este tipo de preguntas muco tiempo y no encontraria la respuesta, han sido tantas que perdi la cuenta hace mucho tiempo.

 Por todo lo anterior entre otras cosas creo que merecen este pequeño reconocimiento.

 Yo personalmente gracias a ellos y por ellos no pienso volver a jugar,es lo menos que puedo hacer.                               

Escrito el: 21 de Marzo de  2006 a las 02:00

Os aseguro que yo habiendo jugado no lo pase tan mal, como actualmente ayudando a mi hermano a salir del juego, es reconfortable sentir esas palabras de agradecimiento a las personas que lo dan todo por ayudar.

Un saludo

Escrito el: 21 de Marzo de  2006 a las 11:14

Siempre es de agradecer que se valore lo que tenéis al lado, ya que hay muchos que por desgracia tienen que recorrer este infierno sólos.

Pero también está claro, que por mucho que hagamos las parejas y familiares, si vosotros no estáis dispuestos a aceptar la ayuda, no conseguimos nada.

Asique entre todos, LO CONSEGUIREMOS

Escrito el: 12 de Julio de  2006 a las 11:03

En eso estamos, y en ello nos ayuda hasta El Profe (gracias, compañero).

Pero, ¿cuántas veces nos empeñamos los jugadores en que le "salten las alarmas" a nuestros codes?, ¿en recordarles los "viejos tiempos", el largo tiempo en "on"?.

Y no nos queremos dar cuenta, ¿será que nos falta "empatina"?. Parece que por el camino, por el buen camino de un tratamiento, nuestra mente enferma va soltando prepotencia y va haciendo acopio de esa vitamina tan necesaria llamada "empatía".