la_maza Usuario
Ingresado: 23 de Mayo de 2007 Lugar: Spain Mensajes: 1818
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Escrito el: 28 de Enero de 2017 a las 20:09
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Imagina por un momento que te obligan a marchar por unos años a una isla desierta donde hay plantas, animales, agua, y hasta wifi, pero no hay personas. Te dan la posibilidad de llevar contigo álgo o a álguien ¿Que te llevarías?
- ¿Un teléfono móvil con wifi y un ordenador? - ¿Una ruleta o una tragaperras? - ¿Tu mascota, un perro, un gato...? - ¿A tu familia o parte de ella? - ¿Los papeles de la oficina? - ¿A tu jefe o patrón? - ¿A tus amigos? - ¿Una libreta y un bolígrafo? - ¿Dinero? - ¿Cualquier otra cosa o persona que consideres primordial?
Así, a simple vista, ésto se presenta como una situación imposible ¿verdad? ¿quién te va a obligar a ir a una isla desierta? Parece una situación absurda.
Pero no, amigo ludópata, lo absurdo quizá es que estás viviendo en una isla desierta sin necesidad de viajar a ella ni que nadie te obligue a marcharte. Observa con atención de qué personas y objetos estás rodeado y verás que son exactamente los que te llevarías a la isla en caso de necesidad. Vives a diario en esa isla, pero no con un objeto o una persona sino con todos a la vez, tu familia, tu dinero, tu jefe, tus papeles de la oficina, tu bolígrafo, tus mascotas, tus amigos, tu jefe, tus objetos de adicción..., y en el centro te encuentras tú, con tu soledad, atrapado en tu conciencia. No cambias tu orgullo por mejorar la isla ni por salir de la soledad. Estas rodeado de todo pero estás solo. Tienes miedo a construirte una barca y salir de la isla. Sabes que tú no puedes hacerla sin ayuda. Incluso si lograras construirla perecerías en mitad del océano ante cualquier adversidad. Abre los ojos, frente a ti hay tierra a la vista con redes de apoyo fuertes. Déjate agarrar por el brazo de quienes pueden sacarte de allí.
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